Según han indicado, rechazan que la defensa de un país dependa "únicamente de la existencia de un ejército y no del desempeño de los Derechos Humanos, al tiempo que se cuestiona seriamente que la seguridad de un país pase por levantar vallas y muros, en lugar de tender puentes".

Según consideran la noción de ciudadano abarca "un territorio mucho más amplio que aquel delimitado por fronteras o símbolos identificadores" por lo que han expresado su inquietud por "el interés particular que puedan tener estos contenidos, más pensados como propaganda e intereses políticos partidistas de última hora que en el bien del alumnado".

El STEI cree que, en una comunidad global cobran cada vez "más fuerza las relaciones sociales y la capacidad colectiva de crear soluciones comunes a problemas comunes y globales, alejadas del militarismo y de la resolución de los conflictos con el uso de la violencia".