El actor que interpretó a Gimli en ‘El señor de los anillos’ sufrió durante el rodaje de la saga: “No lo volvería a hacer”

Puede que hayas disfrutado decenas de veces de la trilogía de El señor de los anillos (obviamente, en su versión ampliada), pero hay algo que aún no has visto: el rostro de John Rhys-Davies. A diferencia del resto de los integrantes de la comunidad del anillo, el actor que dio vida a Gimli tuvo que esconderse bajo una gruesa prótesis que ponía muy difícil a los espectadores el reconocer las facciones del que también fuera el viejo amigo de Indiana Jones. De hecho, con Rhys-Davies, volvimos a reencontrarnos en España el pasado junio gracias al estreno de la última entrega sobre el famoso arqueólogo. 

El actor galés estuvo disponible para Steven Spielberg cuando este, ahora como productor, quiso resucitar a su personaje en Indiana Jones y el dial del destino. Sin embargo, cuando Peter Jackson, su antiguo jefe en El señor de los anillos, le ofreció aparecer en El Hobbit, Rhys-Davies no se lo pensó. Su época como enano había acabado, así que, si Jackson quería rodar otra película en La Tierra Media, que no contara con su hacha. 

Cinemanía

Sesiones de maquillaje de tres horas

Los efectos especiales no lo son todo. Si la saga basada en el universo de Tolkien arrasó en todas las categorías técnicas de los Óscar, también fue, en parte, por la labor de sus maquilladores. Un trabajo, eso sí, que le chafó a John Rhys-Davies sus años en Nueva Zelanda. Con su metro ochenta y cinco, el actor era uno de los protagonistas más altos de la trilogía. A Orlando Bloon, que encarnaba a su queridísimo enemigo Legolas, le sacaba varios centímetros, y también a Viggo Mortensen o a Ian McKellen. 

En cambio, cuando las cámaras comenzaban a grabar, Aragorn y Gandalf debían bajar la cabeza para dirigirse a Rhys-Davies. Este tuvo que afrontar unas intensas sesiones de maquillaje que lo dejaban maltrecho y extenuado. Por eso, a medida que la saga fue avanzando, su doble Brett Beattie comenzó a ganar importancia en los rodajes hasta el punto en el que los actores le ofrecieron hacerse el célebre tatuaje con el que la compañía del anillo selló su paso por El señor de los anillos. 

“Sé que muchos creen que la altura de Rhys-Davies menguó gracias al CGI”, dijo Beattie en una entrevista para Polygon. “Pero lo cierto es que sólo en un par de tomas se usaron efectos digitales con Rhys-Davies”. El resto del tiempo, cuando vemos a Gimli, de cuerpo entero, junto a sus compañeros, a quien en realidad estamos mirando es al doble del galés, Bret Beattie.

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“Quiero ser sincero contigo”, le respondió Rhys-Davies a Helen O’Hara en una entrevista para Empire. Por entonces, aún se rumoreaba que el actor podía aparecer en El Hobbit. “No lo haría. Está completamente descartado. Hay una parte de mí a la que le encantaría hacerlo, pero no creo que mi rostro pueda absorber otro castigo similar al que padecí durante El señor de los anillos”.

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