Según ha detallado en un comunicado la Policía Nacional, las primeras gestiones tuvieron lugar a raíz de la denuncia de la sustracción de grupos de cable cortado, tubos metálicos y cable de fibra que procedían del cableado de la calle Can Sans de Palma.

Posteriormente, se detectó la existencia de otros puntos de luz afectados por sustracción de cableado durante el mes de marzo, que afectaba a otras ocho calles situadas en el centro de Palma, ascendiendo el valor de lo sustraído a más de 3.000 euros.

Las cámaras de seguridad de un organismo público situado en las inmediaciones de una de las calles afectadas permitió que los investigadores identificaran a los autores.

Por lo tanto, tras inspeccionar distintos centros de reciclaje de Palma se localizaron diversas ventas de cobre y otros materiales realizadas por ambos individuos.

Parte del material sustraído fue recuperado del interior de una casa abandonada en la que guardaban el cableado y tuberías sustraídas, así como las herramientas empleadas para la sustracción.

Esta actuación se enmarca en el Plan de Respuesta a las actividades ilícitas relacionadas con el material de cobre puesto en marcha por la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior en el año 2015, con el objetivo de prevenir toda actividad ilícita que tenga por objeto la comercialización de cable y otro material de cobre, así como evitar el robo de cobre.

Las investigaciones han sido realizadas por por el Grupo de Robos y Patrimonio Histórico de la Jefatura Superior de Policía en Baleares y el Grupo de Investigación y Seguimiento de Denuncias de la Policía Local de Palma.