La intención de Volando Voy de contribuir a preservar la langosta marcará el arranque de la segunda temporada, que traerá de regreso a un Jesús Calleja entregado a la causa de ayudar y colaborar para resolver algunos de los problemas diarios a los que se enfrentan los vecinos que habitan las zonas visitadas.
En esta ocasión, Calleja lleva a cabo una misión científica en colaboración con el Centro Oceanográfico de Baleares: contabilizar las larvas de langosta que hay en las aguas de Fornells para saber cuántas habrá en el futuro y poder pescar de forma sostenible.
Allí conocerá a David Díaz, biólogo y responsable de este proyecto, que ha diseñado unos colectores que arroja al mar para que las larvas se alojen. Para llevar a cabo este proyecto necesitará la implicación de la población local.
En su búsqueda, Jesús conocerá a Joan, un antiguo coralero con mucha experiencia en los fondos marinos de Menorca. Campeón de España de pesca submarina, se ha reconvertido en una persona muy involucrada en la conservación del mar y sus riquezas. Jesús Calleja vivirá una experiencia única junto al coralero a casi 50 metros de profundidad, donde contemplará de primera mano estos tesoros naturales.
Además de la preservación de esta especie, Jesús Calleja tendrá otra misión: descubrir el secreto de la caldereta de langosta que hacen en Fornells y que dicen que es la mejor del mundo. Una cata a ciegas determinará cuál es la mejor caldereta del mundo y que contará con unos jueces muy peculiares: Auxili, una abuela de 95 años y una de las grandes protagonistas de esta entrega, Koldo Royo, un cocinero vasco afincado en Mallorca que ha ostentado durante casi 20 años una estrella Michelín y el propio Jesús Calleja.
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