El expresidente de una escuela coral de Quart (Valencia) reconoce haber abusado de un menor y acepta dos años de cárcel

  • MADRID/VALÈNCIA, 8 (EUROPA PRESS)
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Rafael Cifre, expresidente de una escuela coral del municipio de Quart de Poblet (Valencia), ha reconocido este lunes haber abusado sexualmente de un menor de 12 años hace dos años durante un viaje de la agrupación a Austria, por lo que ha aceptado una pena de dos años de prisión, dos años y medio de libertad vigilada, seis meses de inhabilitación e indemnización de 5.000 euros.

Así lo ha explicado a los medios de comunicación Julio Merelo, abogado de la familia del menor, después de la vista que se ha celebrado en la Audiencia Nacional una vez que las partes han llegado a un acuerdo de conformidad al rebajar la condena de dos delitos de abuso sexual a uno continuado.

El juicio contra Cifre tenía previsto empezar a las 9.45 horas. La Fiscalía reclamaba 10 años de prisión, mientras que la acusación particular elevaba su petición hasta los 12. Sin embargo, a última hora los abogados de la defensa y de la familia del niño han propuesto un acuerdo al Ministerio Público que éste ha aceptado.

El acuerdo ha tardado en hacerse efectivo, ya que el acusado no estaba seguro de querer aceptarlo. Tras una discusión de casi una hora con su abogado y allegados, Cifre ha entrado en la sala y, ante el tribunal, ha reconocido los hechos y ha aceptado la pena propuesta, según han explicado las fuentes consultadas, ya que la vista se ha celebrado a puerta cerrada.

EN UN VIAJE DEL CORO A AUSTRIA

De acuerdo con el relato de los hechos expuesto en los escritos de acusación, Cifre, de 55 años, se desplazó a Viena en agosto de 2016 junto a otros adultos miembros de la escuela y los componentes del coro, formado por 47 menores de entre 12 y 17 años.

El grupo se alojó en un albergue de la ciudad y el acusado dormía en una de las habitaciones con cinco niños. Una noche, la víctima, que entonces tenía 12 años, sufría terrores nocturnos y se trasladó a la cama ocupada por Cifre, momento en que éste le hizo tocamientos y le obligó también a corresponderle.

La noche siguiente, en otro albergue en la localidad austríaca de Wells, el acusado, que compartía cama con la víctima y otro niño, llevó a cabo los mismos movimientos, lo que provocó que el menor se despertase y comenzase a gritar para que se detuviera.

La denuncia del niño, de agosto de 2016, recayó en el Juzgado de Instrucción número 6 de Valencia, cuyo titular dejó entonces en libertad provisional a Cifre con la prohibición de acercarse a la víctima. Después, el juez se inhibió en favor de la Audiencia Nacional por ser el órgano judicial competente al tratarse de hechos supuestamente cometidos por un español en territorio extranjero.

En este tiempo, el acusado quebrantó la orden de alejamiento, por lo que fue condenado a una pena de multa. Y por eso, aunque cuente con estos antecedentes, la condena que impondrá en su sentencia la Audiencia Nacional a Cifre no le hará entrar en prisión.

CERTIFICADO PARA TRABAJAR CON MENORES

En cuanto a la pena accesoria de seis meses de inhabilitación para trabajar en contacto con niños, en la defensa reconocen que es exigua, aunque recuerdan que en la actualidad, y en virtud de la Ley de Protección de la Infancia, todo aquel que desempeñe o quiera acceder a un puesto que implique contacto con menores deberá presentar un certificado que acredite la ausencia de antecedentes penales por delitos sexuales. Cifre quedaría así excluido de cualquier trabajo de este tipo.

Semanas después de la denuncia presentada por la víctima, la Policía Nacional recibió al menos media docena más, todas de personas mayores de edad que habrían sufrido abusos en su paso por la escuela coral cuando eran niños. La mayoría han prescrito ya, pero dos sí se están investigando en juzgados de Valencia y Alicante por hechos supuestamente ocurridos en España.

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