Una de las víctimas, propietario de un bar de la calle Santa Teresa de la localidad molinense, que en ese momento barría la terraza del local acompañado de su amigo y las respectivas mujeres llamó la atención de los acusados, a quienes les dijo que dejaran de golpear los vehículos.

Los procesados, en ese momento, reaccionaron de forma violenta y se enzarzaron en un forcejeo pese a los intentos de las dos mujeres y otros clientes del establecimientos para separarlos.

Uno de los procesados, Jonathan F.F.M. quedó en el suelo, retenido por las víctimas mientras llegaba la Policía Local, mientras que su hermano Ernesto huyó a casa, cercana al lugar.

En el curso de la pelea, las mujeres de las víctimas resultaron con heridas como consecuencia de los manotazos lanzados por los procesados.

Una vez que llegó a casa Ernesto, le relató a su padre lo ocurrido, quien trató de mediar entre las víctimas para que soltaran a su hijo sin necesidad de esperar a la Policía Local.

En ese momento y de forma sorpresiva por la espalda, Ernesto clavó repentinamente un cuchillo de cocina de 13 cm. de hoja a una de las víctimas, que se desvaneció. En el ademán de volvérselo a clavar, la mujer de la víctima se arrojó hacia su marido para protegerlo.

En segundo lugar, Ernesto se dirigió hacia el dueño del bar quien atemorizado, huyó a la carretera. El acusado le propinó varias puñaladas que solo alcanzaron a rasgarle la camisa que vestía, sin causarle lesión alguna.

Una vez que llegaron los agentes de la Policía Local, Ernesto, que se encontraba muy alterado, se abalanzó sin mediar palabra sobre uno de ellos.

Como consecuencia, una de las víctimas sufrió varias heridas que le tardaron en curar más de dos meses, tres de ellos de hospitalización. Uno de los agentes de la Policía Local sufrió contusiones y heridas en mano y rodilla y otro de ellos un artritis.

Para el fiscal, los hechos en la persona de Ernesto A.F.M. son constitutivos de un delito de asesinato en grado de tentativa, homicidio en tentativa, delito de atentado y cuatro faltas de lesiones por el que pide casi 20 años de cárcel. Para su hermano reclama seis meses de prisión por los delitos de atentado y las cuatro faltas de lesiones.

Ambos deberán indemnizar a las víctimas y los agentes de la Policía Local que resultaron heridos en el intento de homicidio.