Fernando Alonso, nuestro prometedor campeón de Fórmula 1, era casi un desconocido antes de ganar hace ahora dos años el Gran Premio de Malasia en Kuala Lumpur. En la imagen, el momento en el que el anónimo piloto pasaba a ser ídolo de masas, sobre todo en España.
EFEPero no todo fue un camino de rosas, Fernando empezó a entrenar con 3 años, después de que su padre fabricara un kart para su hermana Lorena, cinco años mayor que él, y la niña no se sintiera muy atraída por la velocidad. Adaptaron el coche y todo aquello desembocó en que Alonso empezara a pilotar F1 a finales del 98.
Los que trabajan con él y lo conocen lo describen como una persona agradable, que le cuesta expresar sus sentimientos. Cierto es que si algo tiene Fernando es una sonrisa preciosa, aunque parece que ante las primeras entrevistas no podía disimular el nerviosismo.
Un año antes de ganar en Malasia, Fernando era piloto de pruebas del equipo de Renault. Estamos hablando del año 2002, tenía 21 años en esta fotografía.
No es raro que a los hombres de éxito se les arrime gente de poderío. Ya se sabe aquello que dice que "la fama llama a la fama"... ¿o era el dinero?. Sea como fuere Alonso, en esta foto de su primera gran victoria, no parecía acostumbrado a estos protocolos.
Últimamente está muy de moda eso de que los deportistas hagan de modelos. Fernando Alonso, que desde luego está de muy buen ver, no pierde comba tampoco en estos menesteres.
Como toda estrella, Fernando luce también prestando su apoyo a los que no son tan afortunados como él. En la imagen lo vemos arrimando el hombro (y suponemos que la chequera) a Unicef.
El campeón es humano, también se agobia, no ha trascendido si este gesto corresponde a la pregunta de un mal intencionado periodista o, simplemente, el fotógrafo lo pilló en un renuncio. Pero cierto es que la carita enternecerá a sus fans.