Llega a Madrid "Los adioses", de Alberto Martí, fotos que dan fe del dolor de la diáspora gallega

  • El fotoperiodista retrató a diario entre 1957 y 1963 la salida de cientos de miles de emigrantes gallegos desde los puertos de A Coruña y Vigo.
  • Las imágenes muestran la terrible desolación de las familias separadas por motivos económicos pese a la esperanza de hacer las Américas de quienes se iban.
  • "Os adeuses", una antología de la obra de Martí, que ahora tiene 91 años, se expone en la Casa de Galicia de Madrid.
"Esperando a su madre sentada en las maletas". Foto de Martí en el puerto de A Coruña en 1963
"Esperando a su madre sentada en las maletas". Foto de Martí en el puerto de A Coruña en 1963
© Alberto Martí - Cortesía Consello da Cultura Galega
"Esperando a su madre sentada en las maletas". Foto de Martí en el puerto de A Coruña en 1963

Aunque ningún historiador ha logrado dar con una cifra más o menos exacta de los hombres, mujeres y niños gallegos que cruzaron el Atlántico empujados por el hambre y la negrura españolas desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX, se suele dar por sentado que fueron casi un millón y medio los emigrantes económicos que abordadon barcos en los puertos de A Coruña y Vigo para buscar una nueva vida en las Américas. La fuga continuada de personas de las provincias gallegas, una de las regiones más deprimidas de España, tuvo el carácter de una diáspora y, como todas, estuvo plagada de dolor, lágrimas y esperanza.

Pese a que la emigración de los gallegos ha sido estudiada por economistas, demógrafos y otros analistas —el Arquivo da Emigración Galega tiene material de consulta y bibliografía—, el fenómeno, uno de los más dramáticos de la historia española del siglo XX, no fue documentado visualmente más que por unos cuantos fotógrafos. Quizá la imagen más conocida sea la difundidísima e impresionante (un hombre y un niño rotos por la tristeza inevitable del adiós) Despedida de emigrantes, tomada en el puerto de A Coruña en 1956 por Manuel Ferrol (1923-2003).

Más elocuente que un archivo histórico

Otro de los documentalistas que olfateó la necesidad de dar cuenta de lo que estaba sucediendo —la huida forzosa de España de una tropa milenaria de hambrientos— fue Alberto Martí. Su exposición Os adeuses (Los adioses), que se expone en la Casa de Galicia de Madrid hasta el 29 de diciembre, es más elocuente que cualquier ensayo histórico y más veraz que cualquier estadística numérica.

Con el título tomado de la definición de Galicia como "tierra de adioses" que formuló el escritor Ramón Otero Pedrayo, la muestra de Martí está compuesta por más de 70 imágenes tomadas entre 1957 y 1963 en los puertos de A Coruña y Vigo, puntos de partida de los barcos que se dirigían, sobre todo, a Venezuela y Argentina. Fue una época de fuerte repunte de la emigración por las consecuencias perversas de la Guerra Civil española y el final de la II Guerra Mundial, durante la cual los viajes se habían reducido.

"Hijos sin padre", "tierra sin hombres"...

Martí, que ahora tiene 91 años, era entonces un avispado fotógrafo que no perdía oportunidad de documentar las tristísimas despedidas y las separaciones familiares —era común que los hombres emigrasen antes para abrir camino al resto de la familia— que dieron lugar al uso habitual de expresiones como "fillos sen pai", "terra sen homes" o "viúvas de vivos" ("hijos sin padre", "tierra sin hombres", "viudas de vivos"). A veces hacía fotos para vender copias de recuerdo a los protagonistas del proceso migratorio y otras lo hacía porque era un espíritu curioso y sabía que aquello sería de gran importancia en el futuro, porque el franquismo apenas permitía que las referencias a la emigración se colasen en las noticias controladas y censuradas de la época.

La desolación en las miradas de los niños sentados sobre los baúles porque llegaron tarde y perdieron el barco, la imagen de tres ancianas enlutadas subiendo por la pasarela del barco (una de ellas con su "bien más preciado", como apunta el fotógrafo: una banqueta de madera), las multirud de centenares de amigos y familiares vista en un plano cenital tomado desde una delas gruas portuarias, las siluetas de quienes se quedan agitando pañuelos blancos... las fotos de Os adeuses demuestran que Martí, como señala el libro-catálogo de la muestra [se puede bajar en PDF], fue el "guardián de un tesoro", porque "de forma sistemática y con paciencia fue llenando su cámara de figuras y de sentimientos, de esperanzas y tristezas".

La exposición, organizada por el Consello da Cultura Galega, se ha mostrado en toda Galicia desde 2010. También, como los protagonistas de las tremendas fotos neorrealistas de Martí, cruzó el Atlántico y ha sido exhibida en varias ciudades de Sudamérica.

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