El diario cumple 9 años. Del talk show y su experiencia al frente, hablamos con una risueña Sandra Daviú, cuyo tono cambia sólo cuando recuerda a las personas enfermas que han pasado por el programa.

¿Cómo recuerda su primer día?

Estaba muy nerviosa, pero dije «bueno, lo hago lo mejor que pueda, ahora ya no puedo salir corriendo» (risas). Como venía sólo para 5 semanas, no tenía presión. Ni era consciente de lo difícil que es hacer un formato de testimonios.

¿Los nervios se han ido pasando?

Yo todas las tardes tengo ahí mi gusanillo. Creo que es bueno, me hace estar pendiente. El día que el directo no me cause ninguna sensación, será que tengo que cambiar de programa o de formato o irme a mi casa.

¿Qué formato le gustaría?

Sé que hay cosas para las que no valgo (risas), con lo cual no las haría. Me gustaría probar un magacín o un concurso.

¿Con qué invitado se rio más?

Con uno al que su novia le dijo que estaba embarazada por una inyección.

¿Y con qué lo pasa peor?

Cuando hay enfermedades de por medio. La vida me parece maravillosa, y que alguien sepa que tiene un plazo lo llevo fatal, se me queda muy mal cuerpo.

¿Cómo lleva las discusiones?

Cuando acaban enfrentados, te vas con un poco de sensación de fracaso por no ser capaz de hacer que se entiendan.

¿Cómo desconecta?

Subo al despacho, comento el programa con la directora, y se va pasando. Me relaja llegar a mi casa, pegarme una ducha, cenar..., nada fuera de lo normal. Y me ayuda mucho el gimnasio, voy dos veces a la semana a clase de fitness.

¿Qué le dicen por la calle?

Que les gusta el programa, que si se pueden hacer una foto, que parezco más joven, que soy más delgada... (risas). He tenido mucha suerte porque la gente ha sido siempre superagradable. Y si alguien me dice con respeto que no le gusta el programa, lo entiendo.

Algunos lo tildan de amarillista.

Lo acepto. Que cambien de canal, y ya está.

¿Cuál es el secreto de El diario?

La gente que te cuenta sus historias, y las historias en sí. Con muchas te puedes sentir identificado, eso es importante.

¿Sueña con que se llame El diario de Sandra?

Con que se quede con El diario... (risas). Tendría que llamarse El diario de cada una de las personas que han pasado por él. Lo que funciona es el formato.