En una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Bush pidió "recortes reales" en los gastos, pero insistió en que estos no deben afectar a la seguridad.

En su primera conferencia de prensa desde mayo, Bush repasó los principales asuntos de la política nacional y, en su intervención inicial, no mencionó a Irak, un problema que empieza a crispar el debate político de EEUU.

El elevado gasto por las operaciones militares en ese país, añadido a la promesa de Bush de reconstruir las regiones de los estados de Alabama, Misisipi, Texas y Luisiana afectadas por los huracanes "Katrina" y "Rita", han creado preocupación sobre cómo podrá EEUU pagar por todo ello.

Bush quiso calmar los ánimos insistiendo en que el gasto será controlado. El presidente señaló que la reconstrucción se realizará "de una forma fiscalmente responsable".

Sin afectar a los gastos de seguridad

Para ello pidió al Congreso "recortes incluso más grandes" de los planeados aún pero "sin afectar a los gastos de seguridad" del país. Bush dijo que en la propuesta presupuestaria que ha enviado al Congreso se incluye la eliminación o reducción de 150 programas.

Además, la Casa Blanca ha sugerido recortes por valor de 187.000 millones de dólares en diez años, explicó. El presidente insistió en que se pueden encontrar fórmulas "para pagar por Katrina y Rita".

Los analistas calculan que la recons- trucción costará más de 150.000 millones de dólares. Al mismo tiempo, Bush reiteró que el Gobierno fomentará la recuperación de las empresas de la región. "El sector privado será el motor que impulsará la recuperación de la costa del golfo de México", dijo.

Sin embargo, Bush defendió ante las preguntas de los periodistas el gasto militar. "Estamos en guerra. He prometido que garantizaremos que van a tener todo lo que necesiten (los soldados) para tener éxito" en Irak

El presidente destacó que lo importante no es que las tropas vuelvan a EEUU inmediatamente, sino que retornen con la misión cumplida.

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