Catedrática de Filología Inglesa en la Universidad de Salamanca y defensora de los derechos humanos.
Es la menor y única superviviente de siete hermanos.
El premio reconoce una vida animada por la bondad, la justicia y en favor hacia los demás. Catalina ha continuado la labor social emprendida en El Salvador por su hermano Segundo Montes, uno de los seis jesuitas asesinados en la capital del país en 1989.
«Muchos pocos es mejor que pocos muchos», ésa es la filosofía que le anima a buscar colaboradores y continuar con su último proyecto: una escuela de formación profesional en la ciudad que lleva el nombre de su hermano. «La niña de sus ojos», asegura, porque no se conforma con echar un remiendo, quiere preparar ciudadanos de un mundo «y no tercermundistas». Para ella, la violencia que generan las desigualdades impide el desarrollo.
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