Así lo destacó la directora de esta investigación, Teresa Gómez, tras dar a conocer el avance de resultados de este proyecto sobre enfermería geriátrica con el que se pretende sensibilizar sobre las limitaciones y discapacidades originadas por el envejecimiento.

La base de este proyecto es la utilización de un traje especial denominado "simulador de edad" con el que se pueden experimentar las limitaciones de movilidad y sensoriales que padecen los ancianos.

El objetivo es mejorar la atención a este sector de población mediante la sensibilización de profesionales de equipos de valoración sobre la dependencia, profesionales relacionados con la atención a ancianos y discapacitados y estudiantes de enfermería y terapia ocupacional.

Para ello, durante las últimas semanas se han sometido a esta investigación un total de 280 profesionales de toda la región que han probado este simulador de edad y han expresado sus experiencias.

En este sentido, tras analizar una tercera parte de los datos obtenidos en la investigación, Gómez señala que "el pasar por la experiencia hace sensibilizarse y entender mejor los problemas y las limitaciones de los ancianos".

Este cambio es "mayor", añadió Gómez, en los sujetos de menor edad y en aquellos que conviven con ancianos.

No obstante, la responsable del estudio ha advertido que los datos definitivos no se conocerán hasta el próximo mes de septiembre.COMPOSICIÓN

El simulador de edad está compuesto de un pantalón y un chaquetón que, mediante distintos mecanismos, coderas y rodilleras, simulan el cansancio y las limitaciones motrices propias de la edad.

Además, cuenta con un auricular que simula las dificultades auditivas y un casco que distorsiona la visión simulando la degeneración de la mácula. En este último sentido, el traje ha sido complementado para este proyecto con un conjunto de gafas que simulan otras enfermedades de la vista como glaucoma y catarata y con una faja de neopreno para simular limitación en la cadera.

El simulador de edad ha sido desarrollado por la empresa alemana Meyer Hentschel con la que el Ayuntamiento de Santa Amalia ha alcanzado un acuerdo para lograr que este traje salga de Alemania por primera vez para ser utilizado, también por primera vez, con un fin educativo.

El consistorio amaliense y la UEx han contado con la colaboración de las obras sociales de La Caixa, Caja Extremadura y Caja Badajoz, bajo el asesoramiento y apoyo de Fundesalud, organismo dependiente de la Junta de Extremadura.