Keiichi Iwasaki trabajaba en una empresa de aires acondicionados como ingeniero. Pero no era feliz. Sentía que quería ver mundo, conocer culturas, idiomas... Un día de abril de 2002 se lió la manta a la cabeza y cogió la bici para dar la vuelta al mundo. En su cabeza, un mensaje de paz: «que el mundo es de todos y hay que convivir, no luchar».

A lo largo de estos años ya ha pasado por 32 países, desde Corea del Sur a Azerbaiyán pasando por India, Nepal, Pakistán, Croacia o Serbia. E incluso escaló el Everest con una expedición en 2005.

«En todo este tiempo he tenido que cambiar cuatro veces de bicicleta. La primera me la robaron en Hong Kong», dice. Otras anécdotas: «los perros me han mordido tres veces y me han asaltado y robado en Nepal».

Trucos en la calle Sierpes

Ahora está en España. La Navidad la pasará en Sevilla, en casa de un amigo japonés. «Me encanta la gente yaquí hace un clima cálido». Para subsistir realiza magia con cartas y bolas. Le podrá ver en la calle Sierpes los fines de semana. A Keiichi le queda aún mucho camino por delante: África, Suramérica, Estados Unidos...

¿Su sueño? «Encontrar el amor, a una mujer que comparta este proyecto conmigo. Y ¿quién sabe? Si formo una familia quizás vuelva a casa». Si quiere conocer su aventura, visite su página web. Eso sí, está en japonés: http://www.geocities.jp/keinoryokouki/

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