A pesar de todo, una gran mayoría, aunque desconfiaba, tenía la sensación de que ésta era más fácil que la anterior convocatoria, y muchos sólo necesitaban un cinco, una nota a la que no llegaron en junio. El jaleo de los que salían apenas se percibía y, sobre todo, había caras de circunstancia, abrazos y la pregunta más repetida: «¿Cómo te ha ido?». Este año, el número de matriculados era mayor que el pasado, unos 50 más que se enfrentaron a los folios en blanco y a las cuestiones para poner de manifiesto los conocimientos adquiridos en cuatro años. Fuera, impacientes, esperaban los profesores.

 

Tras el primer ejercicio, de lengua y literatura, la única materia común a todos, llegarían otros, en función de la opción elegida en el bachillerato. Entre ellos, estaban matemáticas, latín, tecnología industrial, mecánica, economía, ciencias de la tierra y medioambientales, griego, fundamentos de diseño e imagen. Hoy
llegará filosofía, geografía y lengua extranjera, casi nada.

 

 

El primero de los exámenes incluyó un comentario de texto de un artículo de Elvira Lindo y otro de Rosa Montero. Además, los alumnos tuvieron que definir expresiones como inusitada (no usada, desacostumbrada) o rizar el rizo (dificultar algo más de lo necesario). También analizaron morfológicamente palabras como durante (preposición) y quinceañeros (adjetivo). En literatura, las preguntas fueron sobre el modernismo y la novela española a partir del 39.

 

Rubén Gallego «Me ha parecido mucho mejor que el de junio, más fácil. Lo malo de esta convocatoria es tener que estudiar en verano, pero sólo necesito un 5 para entrar en un módulo, antes de estudiar arquitectura».

 

José Ignacio Santa Olaya «No traigo ningún amuleto y eso que es martes y 13. Espero aprobar, he estudiado más que en junio y eso que ha sido duro ver que todos se iban por ahí y yo no podía porque tenía que ir a la academia».

 

Mar Toral García «No sé qué decir porque en junio me salió muy bien y al final me suspendieron con un 4,99. No me pareció nada justo. Ahora espero poder llegar al 5 para entrar a estudiar lo que quiero: publicidad y relaciones públicas».

 

Nuria González Trapote «Me he traído la medalla de la Virgen de mi pueblo, la de Fuentes, para que me dé suerte. La verdad es que no he estudiado casi en el verano, aunque me he preparado todo yo sola y he ido a una academia para repasar química».

 

Carmen Vega Juanes «La sintaxis ha sido la parte más difícil. La pregunta de literatura la llevaba bien preparada. No tengo ningún amuleto, lo llevé en junio y no aprobé, así que hoy lo he dejado en casa porque me enfadé mucho en la otra convocatoria».