Cometer una infracción en las carreteras granadinas y que no te pillen es cada vez más difícil. Durante enero y febrero de este año, la Guardia Civil ha puesto un promedio de 6.978 multas al mes (233 al día), frente a las 6.559 del año anterior y las 6.456 de 2006.

Este aumento en el número de infracciones registradas está provocado principalmente, afirma el secretario de Andalucía Oriental de la Unión de Guardias Civiles (UGC), «porque hay más radares. Son una máquina registradora que funciona las 24 horas del día».

Granada ya cuenta con siete de estos aparatos, de los cuales, cinco se instalaron a finales de 2007. Más dos radares móviles que los agentes utilizan de forma aleatoria en las vías.

La cifra de multas previsiblemente aumentará aún más en los próximos meses, ya que está previsto colocar otros seis en las carreteras en las que la velocidad es el factor más importante de accidentalidad.

Tráfico los ubicará en la N-323 (Ízbor-Motril), N-340 (litoral), A-308 (Iznalloz-Darro), A-395 (Sierra_Nevada), GR-3424 (Granada-Cogollos Vega) y GR-3303 (Granada-Churriana de la Vega).

La velocidad, sin embargo, no es la única infracción, aunque sí la más habitual. En 2007, de las 78.711 multas a conductores, un 18% fueron por pisar más de lo debido el acelerador, un 15% por no utilizar el cinturón o el casco, un 14% por superar la tasa de alcoholemia permitida y un 9% por conducir hablando con el móvil.

«Los controles de alcohol y las campañas del cinturón», afirma el representante de UGC, «también han aumentado, sobre todo alrededor de los núcleos importantes como La Zubia o Guadix, y eso se ha dejado notar en los partes diarios».

La mayoría de los conductores que reciben una multa en su domicilio suelen pasar por caja en el plazo fijado. El año pasado, 38.746 personas (el 68%) abonaron el dinero establecido dentro del periodio voluntario y 12.414 (el 32%) lo hicieron por vía ejecutiva. Aunque siempre hay recursos, pérdidas de cartas o cambios de domicilio que retrasan el pago.

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