Cada año, casi 24.000 domicilios de la región (23.809 en 2004) son violentados. Los ladrones aprovechan especialmente los meses de más calor para entrar por balcones y ventanas abiertas.

Su principal arma es el sigilo, según fuentes policiales. Suelen entrar por ventanas y balcones abiertos. Tampoco importa si hay personas en casa, pues son tan discretos que ni las despiertan.

Los robos en domicilios están entre los delitos que más alarma causan entre los madrileños, según declaraciones de la Jefatura Superior de Policía.

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«Entraron por el balcón y ni los oí»

Ralph del Valle tiene 27 años y vive en Lavapiés. Robaron en su casa, un primer piso, una noche de agosto de 2003. Él ni se enteró hasta el día siguiente. Entraron por el balcón abierto y se llevaron su ordenador y las llaves, y salieron por la puerta. Dos noches después quisieron volver, pero él había cambiado la cerradura. Ralph ha tardado 21 meses en dormir a pierna suelta.

Métodos sin violencia

Los ladrones de viviendas casi nunca utilizan la violencia. Pueden usar cuatro métodos: escalan hasta una ventana de los pisos bajos, se descuelgan de tejados y azoteas, roban la llave o fuerzan la puerta.

Nacionalidades del este y de américa

A los especialistas tradicionales españoles les ha llegado competencia en los últimos años desde Europa del Este y Suramérica. Estos cacos suelen organizarse en bandas numerosas, dedicadas también a otros delitos.

Objetivos dinero y joyas

En general, pillan lo que tienen más a mano: dinero, joyas, ropa cara o aparatos electrónicos. Pero hay especialistas que buscan las llaves del garaje para luego robar el coche, o la tarjeta de crédito para duplicarla.