La madre de Violeta muere y eleva a 42 el número de fallecidos

Mari Carmen iba con su hija de 11 años. Estaba crítica y murió ayer a mediodía. Ninguna familia va a emprender acciones legales.
Violeta, el día del accidente, en brazos de César. (Rafael Gil / Reuters)
Violeta, el día del accidente, en brazos de César. (Rafael Gil / Reuters)
Violeta, el día del accidente, en brazos de César. (Rafael Gil / Reuters)
Mari Carmen, vecina de Torrent de 41 años, no ha conseguido sobreponerse a las graves lesiones que sufrió en el accidente del metro del pasado lunes. Después de tres días en estado crítico, murió ayer a mediodía, según fuentes de La Fe. Con ella, ya son 42 las víctimas mortales.Su hija Violeta, de 11 años (en la foto), continúa ingresada en el hospital, pero su pronóstico es leve y salió ayer de la UCI. Como ella, siete heridos más siguen ingresados en hospitales valencianos.

La buena noticia de ayer es que Cristina, la mujer de 27 años que estaba embarazada, recibió el alta médica.

Nombres por concretar

En el Instituto de Medicina Legal permanecen «sin identificar» los cuerpos de dos mujeres. Por otra parte, todos los familiares de las víctimas ya han comparecido ante la jueza que lleva el caso y, de momento, ninguno ha informado de que vaya a emprender acciones penales.

Además, alcaldes y Consell acordaron ayer eliminar trabas burocráticas para agilizar las indemnizaciones y las ayudas sociales.

César. Agente de la policía nacional

«Lo más importante es que la niña lo supere»

Se ha hecho famoso porque su foto con la pequeña Violeta en brazos ha dado la vuelta al mundo. Pero César insiste en que sus manos fueron unas de las muchas por las que pasó la niña desde el metro hasta que llegó al hospital.

¿Cómo ocurrió todo?

Estaba por la zona con mi compañera Cristina cuando por la radio del coche policial oímos el servicio. Acudimos y ayudamos en todo lo posible. Lo que pasa es que justo en el momento de la fotografía llevaba yo a Violeta.

Lo habrá contado más de mil veces...

Estoy harto de tanto protagonismo. Además, en este caso, se trata de una niña. Yo tengo una de cinco años y me siento muy identificado con el papá de Violeta. Se me caía el alma al suelo cuando la veía.

Cuatro días después, ¿cómo se encuentra?

No importa cómo esté yo. Me importa que Violeta se ponga bien y que supere lo de su madre.

Dicen que todos los cuerpos de seguridad se coordinaron muy bien. Que se entendían con una mirada.

Cuando se quiere ayudar, se ayuda. No hacía falta decir nada. M. FERNÁNDEZ.

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