Voy en el tren camino de Madrid. Me espera una semana intensa de trabajo. Saco el portátil, lo apoyo en la bandeja y me decido a escribir la próxima columna. Observo a través del hueco que hay entre los dos asientos que llevo delante y veo que son una pareja. Van cogidos de la mano.

No sé sobre qué escribir. Tengo varias ideas pero no termino de dar forma a ninguna. Escribo unas líneas y no me gusta. Empiezo de nuevo y de nuevo no me gusta. Miro por la ventana a ver si me inspiro. De reojo veo que la pareja de delante se hace caricias en los brazos.

Saco el móvil. Entro en whatsapp y le pregunto a un amigo por su día. Le digo que no sé sobre qué escribir la columna y me da una sugerencia que mejor no reproduzco. Le llamo idiota y apago el móvil. La mujer de delante levanta su brazo y pasa suavemente la mano por la cabeza del hombre. Puedo ver su codo muy arrugadito y caigo en la cuenta de que son dos personas mayores, calculo que de algo más de 70 años.

Ahora me paro a observarlos. Se hablan bajo, con dulzura. Ella se gira en el asiento y puedo ver cómo sonríe al mirarle. Tengo curiosidad por verle a él, pero le llevo justo delante. Me levanto al baño y le veo. Es aún mayor que ella y la sonríe del mismo modo.

Llevamos 4 horas de viaje y no han dejado de hablar, de mirarse y lo hacen con las manos siempre juntas. Se escuchan y sonríen. Ambos visten de sport. Él jersey azul liso y ella de rayas con manga francesa y pantalón blanco. Él lleva gafas, ella no. Él tiene poco pelo y es blanco. Ella tiene el pelo castaño y lleva un corte moderno. Sobre su bandeja una gorra y un reproductor de música. Sobre la de él el periódico.

Ahora se ríen. No sé qué se han dicho porque hablan muy bajito. También ríen bajo, pero ríen a la vez y no se sueltan las manos.

Hace tiempo que observo con interés a las personas mayores. Me producen especial admiración las que parecen disfrutar tanto de la vida...

El otro día os decía en twitter que de mayor sería una mujer con melena blanca que vistiera de sport. Soy muy fan.

Pero esta pareja no ha terminado de sorprenderme. Son las 14:00. Hay hambre. ¡Abren una bolsa de deporte y sacan dos bandejas de sushi y unas cervezas! Ahora sí. Soy irremediablemente #muyfan.

Saco una foto y la publico en las redes sociales. Quiero compartir esto con vosotros. La titulo Para creer en el amor. Leo vuestros comentarios y os ha emocionado. No me extraña y me alegro. Dejo el móvil.

Los miro de nuevo. Se ven felices. Me reclino en el asiento, miro por la ventana y me dejo ir. Sonrío y recuerdo mi artículo de las mariposas y pienso que me equivoco...

La vida tiene estas cosas y yo en este viaje he vuelto a creer que el amor para toda la vida es posible.

O lo mismo se conocieron el mes pasado y están empezando un nuevo amor. Sea como sea me parece maravilloso...