Hacía años que la política en el Ajuntament de Barcelona no superaba el estadio de municipal, algunos meses hasta aburrida, esperando el periodo pre electoral para levantar los ánimos. Pero desde la llegada del equipo de Ada Colau nos tienen en ascuas día sí, día también.
Después de los dos ‘revolcones’ que la oposición le dio al gobierno de BComú y el PSC al no apoyar ni el Plan de Actuación Municipal ni tampoco las ordenanzas fiscales, ahora estamos en la cuenta atrás de los presupuestos. Y parece que tampoco.
Ante esta parálisis municipal, el equipo de Colau ha lanzado un ultimátum a los grupos de ERC y de la CUP: si quieren mejorar los presupuestos han de negociar, y sino...a Colau no le quedará otra que someterse a una cuestión de confianza porque “Barcelona tendrá presupuesto sí o sí”. Pero ¿qué supone esta cuestión de confianza? Que Colau podrá aprobar sus presupuestos por incomparecencia del contrario. Porque los números no suman, la oposición necesitaría presentar a un candidato alternativo para ocupar la alcaldía y en pleno proceso independentista los votos de ERC y los del PP y C’s son polos opuestos y se repelen. En unos días resolveremos el enigma y todo apunta a una segunda confianza: primero fue Puigdemont y ¿ahora Colau?
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios