Unas 500 personas se han manifestado este lunes en Salt para reclamar justicia después de la muerte de un joven de 22 años la semana pasada.

Primero se han concentrado en la puerta del consistorio y después han recorrido el municipio hasta acabar en la puerta de la Policía Municipal.

La mayoría se los manifestantes eran jóvenes, amigos de la víctima, y han estado durante más de una hora frente al Ayuntamiento gritando e insultando a la alcaldesa de Salt, Iolanda Pineda.

Bajo gritos de "todos somos Oscar" o "Justicia, justicia", los vecinos han empapelado la puerta del consistorio con fotografías del fallecido y han depositado velas, a la vez que han dedicado un minuto de silencio al joven.

A las 20.00 horas había convocada una sesión ordinaria del pleno, y una fuerte presencia policial ha evitado que los manifestantes entraran masivamente.

Finalmente, unas 20 personas han entrado al consistorio con pancartas y en la sala se ha vuelto a realizar un minuto de silencio.

Pineda ha concretado ante los manifestantes que la intención del pleno municipal era participar en el minuto de silencio que se había hecho en el exterior, pero que finalmente no se ha hecho "porqué no había suficientes medidas de seguridad".

Así, la alcaldesa ha manifestado su pésame a la familia y amigos, y también ha reclamado justicia.

Sobre las 21.30 horas, los manifestantes se han marchado del Ayuntamiento para dirigirse a la plaza dels Colors, donde el chico fue encontrado malherido el día antes de su muerte.

De allí, han vuelto hasta la sede de la policía local —situada en el mismo edificio del consistorio—, pasando y cortando una de las principales arterias de la ciudad, la avenida de los Països Catalans.

Finalmente, unos 200 jóvenes han acabado la marcha cuando han intervenido los Mossos antidisturbios.

Acusación particular

Fuentes municipales han confirmado además que el Ayuntamiento se presentará como acusación particular en el caso que investiga la muerte del joven.

Su principal intención es respaldar a la familia del chico y colaborar en la investigación de los hechos.

Antes de encontrarlo muerto en su domicilio, el joven apareció tirado en el suelo con un golpe en la cabeza y rechazó recibir atención médica, según informó la policía catalana.

Los servicios de limpieza del municipio le hallaron inconsciente el domingo por la mañana y tras avisar a la Policía Local, el joven fue trasladado a un centro hospitalario, donde se resistió a quedarse.

Según fuentes conocedoras del caso, todo indica que alguien golpeó en la cabeza al joven y le abandonó en estado inconsciente, aunque todavía no hay nadie detenido por el caso.

El joven había consumido algún estupefaciente o alcohol y una vez recuperó la conciencia en el hospital optó por irse a casa y meterse en la cama a dormir.