La Policía Local de Gijón detuvo sobre las 04.20 horas de esta madrugada, y en el marco de un control preventivo de alcoholemia realizado por en la calle Álvarez Garaya, a M.D.G., de 33 años y vecino de Albandi, en Carreño, que protagonizó una huída policial con una tasa de alcohol que triplicaba la permitida.

Según informaron fuentes policiales, el hombre, que fue detenido por un presunto delito contra la seguridad vial, se dio a la fuga y estuvo a punto de atropellar al Jefe del operativo.

La huida discurrió por las calles Felipe Menéndez, Rodríguez San Pedro, Juan Carlos I, Lloreu y camino del Cortijo para volver de nuevo a Juan Carlos I, Agustín Argüelles y avenida Argentina, hacia la AS-19 y en el transcurso de la misma el vehículo se saltó numerosos semáforos en rojo.

Una vez en la AS-19, y a velocidad en ocasiones superior a los 150 Km/h, continuó su huída, adelantando a otros vehículos en lugares prohibidos y creando un grave riesgo para la seguridad. La persecución llegó a la Glorieta de Tabaza, donde el vehículo cogió la dirección hacia Candás por la AS-110. Para entonces, ya se sabía que el conductor podía ser vecino de Candás, por lo que otra patrulla de la Policía Local de Gijón se había dirigido hacia esa localidad intentando así cortarle el paso llegada la oportunidad.

El vehículo perseguido tomó dirección a la Glorieta de Noval, donde el segundo de los coches patrulla de Gijón ya le esperaba cortándole el paso. Al llegar a la altura de éste e intentar esquivarlo, el vehículo perseguido terminó saliéndose de la carretera, no sin antes golpear el coche patrulla. Así todo, intentó reanudar la marcha, pero la patrulla que les venía siguiendo desde Gijón logró impedirlo.