El jurado popular ha declarado culpable este jueves a Luis Enrique A.R. de la muerte de una puñalada en 2008 de su amigo P.V.R., aunque ha considerado que actuó con una "alteración importante" de sus facultades volitivas y cognitivas debido a un largo historial de adicción al alcohol y las drogas, y a un trastorno disocial de base por el que estaba en tratamiento psiquiátrico.

El veredicto, adoptado por unanimidad y en el que se dan por probados lo hechos recogidos por el fiscal en su escrito de acusación, se ha dado a conocer a partir de las 16,00 horas ante el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Almería presidido por el magistrado Andrés Vélez, después de que el jurado comenzase a deliberar a primera hora de la mañana, según han informado a Europa Press fuentes judiciales.

El fiscal modificó durante la última sesión de la vista oral que se ha prolongado durante tres días la petición inicial de 17 años de cárcel para Luis Enrique A.R., a quien imputaban un delito de asesinato, e interesó que se le impusiera la pena de ocho años de prisión por homicidio con la aplicación de las eximentes incompletas de toxicomanía y trastorno mental sustentado en el testimonio que los peritos forenses dieron en sala.

El acusado, alias 'El Legionario', mató en mayo de 2008 a su amigo P.V.R., un hombre natural de Gijón (Asturias) y de 41 años, quien recibió una puñalada mortal en el portal de la casa donde vivía Luis Enrique A.R. después de haber estado bebiendo y consumiendo drogas con él horas antes en un bar y con el que mantuvo una discusión ocasionada por unos juegos con una pistola de agua y un bastón.

Adhesión de la defensa

Durante las conclusiones tras tres días de vista oral, el letrado que ejerce la defensa de Luis Enrique A.R., del bufete 'Indaley Abogados', se adhirió a la petición del fiscal aunque resaltó que dos semanas antes de que se produjera el crimen a su patrocinado, en tratamiento psiquiátrico desde el año 2003, se le aplazó la cita que tenía concertada para su revisión trimestral y que, hasta ese momento, "había tenido controlada" su enfermedad.

En juicio, él aseguró que no recordaba haber apuñalado a P.V.R. ya que había estado consumiendo "una pila de droga" si bien reconoció que pudo írsele "la olla" al ver que empujaba "a mi madre" e intentaba entrar en su casa "buscando venganza". Negó, además, que quisiera "hacerle daño" ya que era su "amigo" y con él había compartido Nochebuena y Nochevieja en su casa.

Fiscal y letrado de la defensa ya trasladaron al tribunal el primer día de la vista que coincidían en "lo esencial" de los hechos relatados por el Ministerio Público y reconocidos por el jurado y, según los cuales, Luis Enrique A.R. apuñaló a la víctima en el portal del edificio en el que residía con su madre, en la céntrica calle San Juan Bosco de la capital, después de que la víctima hubiese acudido en varias ocasiones al domicilio a recriminarle que le hubiese pegado durante la pelea. HECHOS

El crimen se produjo a las 21,45 horas del 5 de mayo de 2008. Procesado y víctima, que se conocían desde hacía años y solían quedar para consumir bebidas alcohólicas, habían estado de madrugada en el bar 'Los Corrales' de El Barrio Alto donde, a raíz de unos juegos con una pistola de agua, se enzarzaron en una riña que terminó con P.V.R. propinando un golpe en la oreja con un bastón a Luis Enrique A.R.

Pasadas las 05,00 horas, el procesado abandonó el local y con otro amigo se dirigió, tras adquirir "una pequeña cantidad de cocaína", hasta el domicilio que compartía con su madre. La víctima acudió más tarde al inmueble y, por el interfono, pidió hablar con él en varias ocasiones aunque la madre, conocedora de la pelea, se negó.

Ante la insistencia de P.V.R., el otro amigo accedió a hablar con él en el portal. Le pidió que se tranquilizase y le esperase allí ya que lo iba a llevar hasta la barriada de El Puche para que pudiese adquirir droga. Sin embargo, a las 21,45 horas, volvía al lugar y lograba llegar hasta la puerta de la vivienda.

La madre del acusado sí abrió en esta ocasión aunque logró entorpecerle la entrada hasta que Luis Enrique A.R., al oír el altercado, salió de su habitación, cogió un cuchillo jamonero de 23 centímetros de hoja y se encaró con P.V.R., que se dio a la fuga.

El acusado le dio alcance en el portal y, aprovechando la huida, le asestó "por la espalda y con la intención de acabar con su vida" una puñalada "mortal de necesidad" en el costado que le atravesó el hígado y el ventrículo derecho del corazón. Los facultativos del 061 que le atendieron cuando quedó tendido sobre un banco de la calle tan solo pudieron certificar el fallecimiento.