La Generalitat de Cataluña suprimirá en marzo la prohibición de circular a más de 80 kilómetros por hora en los accesos a Barcelona, si bien esta derogación no será total ya que el límite se mantendrá en 25 de los casi 80 kilómetros de la denominada zona 80, según ha anunciado este lunes el conseller Felip Puig.

El conseller ha afirmado que con esta reforma cumplen con la promesa electoral de CiU de derogar la limitación a 80 y ha denunciado la "rigidez indiscriminada" que aplicó el tripartito al aplicar la "buena medida" que supone la velocidad variable.

En rueda de prensa, el titular de Interior ha justificado que se mantenga la limitación a 80 por hora en un total de 24,7 kilómetros de tramos de acceso a Barcelona -casi el 32% de la zona 80- por razones de adecuación y transición entre zona urbana e interurbana, ya que se trata precisamente de los puntos situados justo en la entrada a la capital catalana.

El conseller ya ha anunciado que el nuevo modelo se revisará en dos ocasiones, en mayo y en septiembre próximo, para acabar de afinar el sistema y hacer los retoques necesarios a partir de la evolución de elementos clave como la congestión, los accidentes o la contaminación. "No somos gente de mentalidad inamovible como ha ocurrido los últimos tres años", ha apuntado.

Mientras no se haya completado esta reforma, se seguirá multando a los infractores, por lo que Puig ha pedido a los conductores que sigan obedeciendo el límite fijado en los paneles luminosos o en las señales de tráfico, porque son los vigentes hasta que se hayan cambiado.

Puig se ha mostrado convencido que esta eliminación parcial de la limitación a 80 no tendrá un impacto negativo en la contaminación ni en la siniestralidad, e incluso ha puesto de relieve que existen informes que defienden la derogación de esta medida desde el punto de vista económico, al reducir el tiempo de circulación.