La ejecución del hispano Michael Morales, de 46 años, que estaba prevista para la mañana de ayer en la prisión de San Quintín, en la bahía de San Francisco, quedó aplazada después de que los dos anestesistas designados para participar en el proceso se negaran a hacerlo alegando razones de ética médica.
El proceso preveía la administración a Morales de sodio pentotal para dejarle inconsciente antes de la inyección letal. Ésta hubiera sido la primera vez que se utilizaba este método.
Podrían hacerlo ya
La orden de ejecución tiene una vigencia de sólo 24 horas, por tanto, de solucionarse el problema de los anestesistas en este plazo, que finalizará en la mañana de hoy, Morales sería ejecutado. En caso contrario, habría que solicitar una nueva orden, proceso que podría tardar hasta dos meses.
El preso fue sentenciado a la pena capital en 1983 por la violación y asesinato en 1981 de una joven de 17 años. El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, confirmó el lunes por la noche su decisión de negar clemencia al condenado.
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