El obispo de Santander, Vicente Jiménez, ha resaltado "el trabajo incansable, la oración interior y los servicios que prestó a la Iglesia" el cardenal cántabro Ángel Herrera Oria (1886-1968). Así lo ha destacado en la homilía pronunciada durante una misa de acción de gracias celebrada a las 20 horas con motivo de la finalización del proceso diocesano de canonización, y que ha sido oficiada en la parroquia de Santa Lucía de Santander, el mismo templo donde Herrera Oria fue bautizado, ejerció sacerdocio y recibió la ordenación episcopal.

La Eucaristía ha sido organizada por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), "con el fin de honrar a su fundador", según ha precisado Jiménez, para quien Herrera Oria fue un "formador de hombres, un creador de instituciones y un organizador incansable, tal como le define el Diccionario de Historia Eclesiástica".

"Mucho le debía y le debe la sociedad y la Iglesia cántabra a don Ángel", ha dicho el prelado, apuntando que por eso el 30 de junio de 2004, a los 57 años de cumplirse su ordenación episcopal, "Cantabria le rendía un justo y merecido homenaje", otorgándole el título de Hijo Predilecto "a quien fue laico destacado por su acción social, sacerdote celoso, obispo entregado en la Diócesis de Málaga y cardenal de la Iglesia Católica".

Jiménez ha destacado en su homilía "la vida y la obra ingente" del cardenal, uno de los hombres "más grandes de la Historia de España y de la Iglesia durante el siglo XX". Además, ha resaltado la vida interior de Herrera Oria, que "era hombre de oración y recomendaba a sus discípulos que también fueran "hombres de oración".

Jiménez también ha señalado la labor del cardenal en su ciudad natal de Santander y ha concluido la homilía con "el agradecimiento al Señor por el ejemplo y la persona" de Herrera Oria.

El acto público de finalización de la causa de canonización del cardenal Ángel Herrera Oria tuvo lugar el martes pasado en el Aula Magna de la Universidad CEU-San Pablo de Madrid y fue presidido por el cardenal Antonio María Rouco Varela. Su organización corrió a cargo de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), entidad que presidió, durante muchos años Herrera Oria.

En 1996 se inició el proceso diocesano de canonización que ahora ha culminado en torno a la figura del que fuera cardenal cántabro y obispo de Málaga. En la Diócesis de Santander ha sido el padre dominico, Crescencio Palomo, el postulador de la causa, por lo que, durante estos años, se han recogido testimonios de cántabros y conciudadanos que conocieron al cardenal con el fin de recabar rasgos de su fe y la fama de santidad de este siervo de Dios.

Ahora, esta documentación ha sido remitida a la Santa Sede, en concreto a la Congregación General para la Causa de los Santos, donde la causa seguirá la tramitación habitual que marca el Derecho Canónico.