Los pasos de cebra mal señalizados o en una disposición errónea son un auténtico peligro para los peatones. En Barcelona, la peor parte se la llevan los que están pintados en las grandes avenidas. La Meridiana y la Diagonal concentran un gran número de estos puntos negros, algo que, según las entidades dedicadas a la movilidad, mejoraría con tan sólo orientar bien los semáforos o incluir rótulos.

Un ejemplo: un pequeño ámbar indica a los vehículos que giran desde Avda. Sarrià y se introducen en los siete carriles de la Diagonal que se encontrarán con un paso de peatones. No está colocado donde debería; es decir, en la confluencia de las dos calles, sino unos metros más allá, para evitar colapsos.

Peligro para el transeúnte

Así lo expone el presidente de la Asociación de Prevención de Accidentes de Tráfico, Ole Thorson, que denuncia que este es uno de los pasos de peatones más peligrosos para el transeúnte. "Se debería indicar mejor, no sólo con un semáforo en ámbar", lamentaba Ignacio Olano, un vecino de la zona, que confesaba mirar más de una vez antes de cruzar por este punto de la Diagonal.

En este caso, Thorson propone que se señalice mejor y que se incluyan nuevos rótulos que adviertan a los vehículos de la importancia de aminorar la marcha. Es una fórmula que se podría aplicar a otras calles de la ciudad. Desde la asociación Catalunya Camina, su presidente, Joan Estevadeordal, apostaba por un cambio del diseño urbano, aportando elementos arquitectónicos para evitar que el tráfico rodado se apodere del espacio para el peatón. "Se trata de cambiar el orden de prioridades", exponía, y criticaba el hecho de que el vehículo privado haya sido hasta el momento la base para elaborar la movilidad.

Puntos conflictivos

En algunos casos, el paso de peatones brilla por su ausencia, como en la Av. Diagonal con la calle Tuset. En otros, las bombillas de los semáforos de peatones sencillamente se han fundido o las luces están mal encaradas. "Falta mantenimiento", resumía Thorson. En Diagonal con Passeig de Gràcia, las entidades de peatones proponen que las isletas pasen a ser espacios elevados para los viandantes.