El vicepresidente de la Generalitat en funciones, Josep Lluís Carod-Rovira, ha insistido en que ERC debe "cambiar de nombres y discursos" y "volver a la realidad política" tras los próximos comicios municipales para evitar bajar de la "primera división" a la "categoría regional" en el ámbito político.

En una entrevista a Radio Euskadi recogida por Europa Press, ha afirmado que el presidente de ERC, Joan Puigcercós, "seguramente" es la persona que debe mantenerse al frente de la formación "para seguir adelante hasta los próximos meses". "A Puigcercós, lo ha elegido un congreso y es el congreso el que debe elegir los próximos líderes y responsables de ERC", ha precisado.

Sin embargo, ha advertido de que "en cualquier país europeo, con los resultados obtenidos, la misma noche (electoral) se hubiesen tenido que producir algún tipo de gestos o de anuncios que no se han producido".

Para Carod, en este momento, "lo más importante" es que ERC "pueda salvar cuantos muebles sea posible para las elecciones municipales" y que el partido "esté lo máximo unido para ir a las elecciones municipales".

Después, según sus palabras, "aquí hay que hacer renovación profunda no sólo de personas, no sólo un relevo generacional", sino que se debe "cambiar personas, cambiar discursos y volver a la realidad y la política". "Si no, lo que va a hacer (ERC) es jugar a una categoría regional en vez de jugar a la primera división", ha advertido.

También es necesario que decida si tiene "vocación de mayoría y voluntad de hacer gobierno" o si, por contra, opta por "la agitación, la oposición y la práctica marginal".

Gran alianza

Carod ha reiterado su apuesta por "una gran alianza, una gran red" en la que la sociedad civil catalana "tuviera mucha participación, no sólo las siglas de los partidos políticos" y que "pudiese haber una sola oferta electoral para las elecciones en el Parlamento de España".

"Esto sería —ha defendido— sin duda, el tercer grupo parlamentario del Congreso de los Diputados, y con total independencia a otras siglas y grupos parlamentarios en Madrid".

Por otra parte, ha asegurado que, aunque en Catalunya existe cada vez más un sentimiento mayor de independentismo en la sociedad, "la gente es independentista, pero no es imbécil" porque "quiere seriedad y garantías de formaciones políticas que le inspiren confianza".

Ha asegurado que el primer problema "nacional" para Catalunya es la crisis económica, por lo que los partidos, "empezando por los independentistas", deben ser "los primeros" en ofrecer "un camino de salida".

A juicio del vicepresidente de la Generalitat en funciones, el independentismo "quizás" se encuentra en una fase "de adolescencia ideológica" que "adopta una expresiones formales" que "mucha gente cree que no son serias y no le inspiran confianza porque carecen de solidez".