El director general de IB3, Pedro Terrasa, ha deplorado el "ataque frontal" de las cadenas privadas hacia las televisiones autonómicas y ha denunciado la "corriente interesada" que existe para "dinamitarlas", con el fin de apoderarse de su cuota de pantalla e incrementar la captación de ingresos en publicidad.

Después de que la UTECA (Unión de Televisiones Comerciales Asociadas) difundiera que la televisión pública en España tuvo en 2009 un coste neto por hogar de 144 euros -que en el caso de Baleares alcanzó los 233 euros, un 9% más-, Terrasa hace una defensa enconada de los medios públicos siempre que se gestionen desde la "austeridad y la eficiencia". Y en eso está: mientras que en 2007 el presupuesto de la cadena fue de 107 millones de euros, en 2011 será de 55 millones. Y, paralelamente, la audiencia ha crecido un 10% cada año.

Esto significa, recalca, que "con menos presupuesto se está haciendo un mejor producto, y sin generar más deuda", y apostilla a renglón seguido que la cadena balear es la que "más" está creciendo porcentualmente en audiencia de entre todas las televisiones públicas del país.

El mismo día que han salido publicadas las bases del nuevo concurso de contratación de los servicios informativos de la cadena, Terrasa explica, en una entrevista a Europa Press, que el margen de beneficio que le quedará a la empresa concesionaria que reemplazará a SBT será "bastante inferior", puesto que la cuantía del concurso se ha reducido en más de 3 millones de euros.

En este contexto, alude al recorte aplicado en los sueldos de los directivos, al gasto "cero" en publicidad y a los despidos. "Había que redimensionar la televisión para hacerla viable", incide, y recuerda que desde que entró a formar parte hace dos años del equipo de Antoni Martorell ha trabajado para mejorar la gestión: "hacer más con menos".

Afirma que la senda iniciada por su predecesor es la "correcta", por eso su trabajo es "continuista", pero precisa que si algo le distingue de quienes le precedieron es que ellos tenían un perfil político, "mientras que yo me dedico a gestionar". "Cuando se da una televisión a un gestor, y no a un político, lo que mira es de hacer un buen producto con la máxima eficacia y el menor dinero posible".

Eficiencia que tras aplicar un severo plan de ajuste en las cuentas de la cadena ha tomado su máxima expresión con la convocatoria del nuevo concurso de los servicios informativos, después de llegar a un acuerdo con SBT para que IB3 subrogue a 242 periodistas.

¿Después de la subrogación, internalización? "Defiendo un sistema híbrido que suponga la internalización de entre 20 y 50 trabajadores, pero haré lo que el Parlament me diga". Si bien, tiene la sólida certeza de que "hipotecar IB3 con muchos trabajadores propios sería un error, y no lo voy a hacer". El modelo híbrido "nos permite ser más flexibles y adaptarnos al presupuesto disponible".

En este sentido, arguye que "si la televisión va hacia una minimización presupuestaria, no puedo abarcar una sobreestructura de personal", puesto que "en medios públicos más antiguos las sobreestructuras han generado un coste muy elevado y la gente tiende a especializarse". Este plan de saneamiento también ha llevado al Ente a no contratar publicidad corporativa desde hace medio año.

Y, como ejemplo, recuerda que cuando entró en la cadena el primer consejo que dio a Martorell fue que dejara el coche oficial. Y él, tras dimitir, le dio otro: "En este cargo estás muy contento el día que te nombran y muy contento el día que te vas". A la pregunta de si después de las elecciones le ilusiona continuar, Terrasa responde que hasta el día siguiente de la cita electoral no puede contestar a esta cuestión.

No hay cuotas políticas

"Seguiré siempre y cuando se nos respete el trabajo que hacemos. Lo que no quiero es tener una guerra constante con los partidos, que digan que me dan independencia y después me la quiten", aclara. Y subraya que su objetivo cuando asumió la dirección es terminar con las cuotas políticas, algo que ha conseguido, asegura.

"Ahora no recibo presiones de los partidos, pero auguro que de cara a las elecciones se me complicará la vida". Sin embargo, "seguiremos siendo impermeables y después de mayo de 2011 no habrá ningún político contento conmigo, pero ninguno podrá decir que le he perjudicado", avisa.

"No voy a permitir es que si desde la dirección estamos dando unas directrices de imparcialidad, para hacer una información clara, transparente y blanca, sin editorializar, desde abajo se lo carguen", subraya Terrasa, quien tiene muy claro que no se moverá ni un milímetro del camino fijado. "Yo siempre digo que tengo la maleta hecha, y cuando tenga que irme, me iré".