Piden a la Junta que asuma la gestión del Centro Guerrero para evitar la marcha del legado del pintor

La Plataforma por el Centro Guerrero convoca una concentración el jueves por "la falta de compromiso" de las instituciones públicas
Fundación José Guerrero
Fundación José Guerrero
EP/GRANADA
Fundación José Guerrero

La Plataforma por el Centro José Guerrero de Granada ha demandado la creación de una fundación que garantice la autonomía de la institución museística y ha instado a la Junta de Andalucía a asumir su gestión con la "complicidad" de otras administraciones públicas para evitar la marcha del legado del pintor, uno de los mayores exponentes del expresionismo abstracto, de Granada, su ciudad natal.

Los miembros de la plataforma, que han leído un manifiesto este martes a las puertas del centro, ubicado en la calle Oficios de la capital, temen que las obras de José Guerrero abandonen el edificio donde han permanecido en los últimos diez años para no volver de nuevo a la ciudad y que "desaparezca" así el "proyecto cultural" vinculado a la exposición de sus creaciones.

De hecho, han advertido, el fracaso de las negociaciones de la familia con la Diputación Provincial —de la que depende el centro— provocará que el legado cedido en 1999 sin contraprestación económica, compuesto por 40 obras de gran formato, una veintena de dibujos y grabados y el archivo personal del pintor, abandone Granada antes de final de año para ser trasladado a un almacén probablemente en Madrid.

La plataforma, integrada por artistas y profesores de la Universidad, mantiene que el Centro Guerrero es "necesario", porque es un "recurso pedagógico" utilizado por numerosos centros escolares y universitarios; "deseable", porque la ciudadanía y el mundo de la cultura así lo han expresado; "sostenible", por la "generosidad" tanto de la familia Guerrero, que "nunca ha pedido ninguna contraprestación económica por la cesión de la colección", como de la Diputación de Granada, que aprobó su creación y puso los medios necesarios; y "posible", aunque sería necesario un cambio de estructura hacia una Fundación.

La plataforma se pregunta por ello por qué "tanta prisa por parte de la Diputación en liquidar el centro y enterrar así el muerto en menos de cuatros meses antes de las elecciones", considerando que lo ocurrido puede ser la "confirmación" de que la institución provincial tenía un "plan trazado de antemano".

Participación pública,

De artistas y familia

Así, pide la creación de una Fundación Guerrero guiada por el Documento de Buenas Prácticas para Museos y Centros de Arte que garantice la "autonomía, profesionalidad y respeto del mundo del arte" hacia la institución. Se trata de modelo, que es por el que apuestan los herederos, que permitiría la participación de la administración pública con un 40 por ciento de los patronos, la de expertos en arte independientes en un 30 por ciento y la de la familia Guerrero con otro 30 por ciento.

Además, instan a la Junta de Andalucía, como la administración "que más claramente tiene asignadas competencias en materia de salvaguarda del patrimonio histórico-artístico", a que asuma la gestión del centro y busque la "complicidad" del resto de administraciones públicas —Diputación, Ayuntamiento y Ministerio de Cultura— y financieras como CajaGranada, que precisamente inició conversaciones con los herederos del pintor sin que éstas fructificaran.

"Entendemos que con las personas actualmente responsables de la Diputación de Granada y su área de Cultura, la familia Guerrero se ve obligada a dar por concluida la primera etapa del Centro José Guerrero. Pero conminamos a los responsables políticos y presentes y futuros a que sitúen al frente a otras personas capaces de restablecer el pacto que dio origen al Centro hace ahora diez años", concluye el manifiesto.

La plataforma ha convocado además para el próximo jueves 25 de noviembre, a las 18,00 horas, una concentración a las puertas del Centro que con el lema 'Concéntrate. Trae tu silbato. Nos van a oír', pide a la ciudadanía que proteste contra lo que considera los "oídos sordos" de los políticos ante el posible cierre del Centro Guerrero, que supondría "una de las mayores catástrofes culturales de la democracia en Andalucía".

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