El autor del atropello de la calle Mon dice que simuló el robo al saberse víctima de una estafa de Phishing

El condenado por el atropello de la calle de Mon, N.J.R.N., ha pedido este lunes su libre absolución en el juicio celebrado contra él por el delito de simulación de delito en el Penal 2 de Gijón, al fingir supuestamente un robo. El hombre ha declarado que actuó por miedo, al sospechar que podía haber sido víctima de una estafa de Phishing, en la que habría caído apremiado por su difícil situación económica.

El condenado por el atropello de la calle de Mon, N.J.R.N., ha pedido este lunes su libre absolución en el juicio celebrado contra él por el delito de simulación de delito en el Penal 2 de Gijón, al fingir supuestamente un robo. El hombre ha declarado que actuó por miedo, al sospechar que podía haber sido víctima de una estafa de Phishing, en la que habría caído apremiado por su difícil situación económica.

Según su letrada, Gemma González Calvo, no se puede acusar a su cliente de este delito, ya que si bien reconoció que fingió que le habían robado un dinero que acababa de sacar de su cuenta bancaria, la Policía, tal como los agentes corroboraron en la vista oral, no llegó a hacer ninguna diligencia del caso. Por el contrario, la Fiscalía ha mantenido la pena solicitada, consistente en el pago de una multa de cuatro meses con cuota diaria de 18 euros (2.160 euros).

En cuanto al procesado, ha explicado que al salir de la cárcel no tenía empleo y estaba en una mala situación económica, por lo que aceptó una oferta de trabajo que le llegó a través de un portal digital de empleo, que consistía en dar un número de cuenta para recibir una transferencia, de la que podía quedarse un ocho por ciento de comisión y el resto tenía que ingresarlo en otra cuenta.

Es una vez recibida la transferencia cuando comienza a sospechar de este procedimiento, por lo que, al asustarse, decide ir a poner una denuncia en Comisaría, el 17 de diciembre de 2009, en la que dice que dos individuos le atracaron y se llevaron 2.800 euros.

No obstante, tras recabar información en Internet y ver que era víctima de una estafa, acude al día siguiente a la Policía y cuenta lo ocurrido, además de entregar la documentación que poseía sobre el caso y la mitad del dinero que le fue transferido, para días más tarde hacer lo mismo con el resto. El hombre temía que, con sus antecedentes, pudiera pensarse que era miembro y no víctima de la estafa.

También acudió al banco para interesarse de quién le había ingresado el dinero. El procesado dio el nombre a la Policía, que resultó ser un joven que no se había percatado ni de que le faltaba dinero en la cuenta.

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