Con el fin de explicar etapas tan complejas como la lentísima desintegración de Al-Andalus y el comienzo de una nación unificada bajo los Reyes Católicos, la autora ha querido abordar esta historia personal y humana de amor, según ha señalado en una entrevista concedida a Europa Press.

Por otro lado, ha señalado que a lo largo de su carrera como periodista ha entrevistado a los mayores expertos en Al-Andalus y ahora ha tratado de plasmar situaciones como los constantes raptos y algaradas que se producían, personas que sufrían enormemente, pero entre las cuales existían historias de cristianos que querían quedarse en el reino de Granada, y al revés, y de esa convivencia era lógico que surgieran historias de amor, amistad y romances.

Así, la obra habla de amor, pero "no sólo entre hombre y mujer o entre Isabel de Solís y Mulay Hacen, sino de amor entre personas que conviven y que son de razas, culturas y religiones diferentes", ha manifestado.

Del mismo modo, Gallego-Coin ha indicado que el romance entre la joven Isabel de Solís y el todopoderoso sultán Mulay Hacen quería contarlo desde un punto de vista "ágil y casi adolescente", de ahí el subtítulo de la obra "un cuento de amor en la Alhambra". En este punto, ha explicado que es "el despertar al amor de Isabel de Solís, prototipo de niña soñadora, algo inconformista y rebelde, pero a la vez tierna, buena y delicada, que no quiere una vida convencional, que ha leído y que sabe de la existencia de mundos como la Alhambra que le atraen más que su entorno católico".

La autora continuando con la descripción del personaje de Soraya, ha afirmado que, por su carácter, Isabel cae rendida de amor ante Mulay Hacen, que en su imaginación simboliza todo lo que sueña y desea, es decir, "viajes, romanticismo, placeres, música, poesía, joyas y, sobre todo, lo que para ella representa el cielo en la tierra, vivir en un palacio como la Alhambra".

No obstante, ha precisado que la entrega de Isabel se vio truncada cuando descubre a un hombre con fama de mujeriego y de infiel, a un hombre que la oculta y la aparta, que la lleva a vivir en la Alhambra, pero encerrada en una torre que pasará a llamarse 'La Cautiva'.

Personajes de la infancia

Soraya, Mulay, Aixa, Don Sancho o Boabdil son algunos de los personajes que aparecen a lo largo de las más de 330 páginas de la obra, estando presentes éstos en la vida de la escritora desde su infancia granadina, madurando en su imaginación y enriquecidos por sus lecturas, ha confesado. Así, ha apuntado que ahora los plasma desde un punto de vista humano, presentando a Aixa, esposa de Mulay Hacen y madre de Boabdil, como una mujer endurecida por unas circunstancias que le han tocado vivir y a la vez luchadora y valiente.

Asimismo, ha comentado que Aixa entabla "una batalla de tú a tú con otra gran mujer, Isabel la Católica", reflejando que "en algunos momentos la historia está en manos de estos dos titanes, por encima de los protagonistas masculinos, que en ocasiones se dejan llevar por la indolencia". También se presenta a un Boabdil niño que puede explicar su forma de actuar en el futuro y la manera de entrega de Granada a los Reyes Católicos.

La periodista granadina se acerca a la figura de Isabel de Solís en su primera novela, de la que resalta ser "una persona que se mimetiza con el Reino de Granada, pero jamás se desprende de su cruz católica, que envuelve entre los pliegues de su vestido, junto a su pecho, y en la que busca el consuelo propio de una chica cristiana del siglo XV, cuando se siente desprotegida".

Del mismo modo, ha añadido que es" una joven que sufre por vivir de una manera contraria a sus valores y a su educación, con un hombre con quien no está casada, un hombre que tiene otra familia y otra religión, otros valores".

'Isabel de Solís. Soraya. Un cuento de amor en la Alhambra' recoge de manera cercana y enlazado con acontecimientos históricos de la época como la conquista de América o el movimiento cultural del Renacimiento, que estallaba en Italia, el fin del Reino Nazarí, donde Isabel, cuando percibe la imposibilidad de que ninguno de sus hijos llegue a ser sultán porque el final del reino de Granada es inminente, juega su papel "obligando" a Mulay Hacen a abandonar el trono y a alejarse de las insidias de Granada para vivir con él una vida familiar que es imposible si éste continúa dedicado a la política.

Granada y su magia, según ha subrayado, se convierten en protagonistas, recogiendo leyendas como el nombre del pico Mulhacén, en honor del sultán o de la Torre de la Cautiva, donde vivió Isabel de Solís antes de convertirse en sultana de la Alhambra.