Aunque en la actualidad algunas bandas primerizas y no pocos solistas jóvenes inyectan bastante frescura y talento al panorama musical, resulta duro presenciar el desvirtuamiento general de una parte importante de la escena del pasado siglo. Protagonistas que marcaron a fuego décadas cada vez más lejanas como los 80's o los 90's y cuyo abanico de desvaríos descoloca y aturde: pérdidas repentinas de inspiración, aburguesamientos, volantazos estilísticos poco convincentes, inexplicables abandonos o disoluciones, irritantes suplantaciones...

En fin, un reducido grupo de elegidos, por fortuna, mantienen el pabellón bien alto. Por desgracia, Afghan Whigs no figuran entre la lista de supervivientes, ya que su último disco, el espléndido 1965, data de 1998. Y, desde entonces, el bagaje es paupérrimo: dos simples canciones para un recopilatorio. La desaparición de la banda no es categórica, pero su reactivación parece, como mínimo, poco inminente. Aunque siempre nos quedará Greg Dulli para acudir al rescate.

El de Ohio, desde el citado álbum, no ha perdido el tiempo y ha demostrado que su personalísima combinación de rock y soul trasciende a cualquier banda, a cualquier década, a cualquier desencuentro. Así, tras el espectacular triplete discográfico con que cerró su carrera la banda (Gentleman, Black Love y el nombrado 1965), un grupo como Twilight Singers y su tétrica alianza junto a Mak Lanegan (Gutter Twins) nos devolvieron a la vida a Greg Dulli. Sin omitir un disco en solitario bastante certero como Amber Headlights.

Sacrificando, en cierto modo, ese exquisito desgarro que caracterizaba a Afghan Whigs y la pujanza rockera de muchos de sus temas en favor de un discurso más negroide, más atmósferico, ebrio de sensualidad, el cantante mantuvo las constantes que empezaron a asomar en Gentleman y en Black Love y se confirmaron en 1965. Esto es, que Dulli, pese a pertenecer a la generación grunge, se sentía más próximo en espíritu a Marvin Gaye que a Kurt Cobain. Dulli exudaba soul.  Y Dulli quería comunicarlo al mundo.

Pasiones retorcidas

Serpenteando entre sus temas característicos (romances crueles, pasiones retorcidas, melancolía, redención), Dulli ha logrado en estos últimos años fimar obras muy estimables, como el citado álbum en solitario o Blackberry Belle, pero no ha terminado de borrar del recuerdo esas inmortales composiciones que registró con la banda de su vida, esa What Jail Is Like, esa My Curse, esa Step Into The Light, esa Honky's Ladder, esa John The Baptist... Pedazos de cielo, sueños eternos, lágrimas que burlan la lluvia.

A tenor de lo visto en sus últimos repertorios, y lo que sin duda será el gran aliciente para muchos de sus fans, algunos de esos huracanes musicales grabados junto a sus ex compañeros revivirán en la voz de Dulli, esta vez con el apoyo de Dave Rosser (Twilight Singers) y de Rick Nelson (Polyphonic Spree). Y como ha acostumbrado en los últimos tiempos, nuestro protagonista brindará a la audiencia española la posibilidad de contemplar la liturgia.

Delfuego Producciones, con la colaboración puntual de Heart Of Gold en la actuación de Madrid, organiza una gira por nuestro país que queda de la siguiente forma: Vigo (jueves 4 noviembre, Teatro Salesianos), Madrid (viernes 5, Charada Coronita Jukebox), Mondragón (sábado 6, Kulturate), Zaragoza (domingo 7, López), Sevilla (martes 9, Teatro Central), Barcelona (miércoles 10, Sidecar) y Palma de Mallorca (jueves 11, Teatro Lloseta).