Este vigilante comunica por radio la incidencia a su compañero Yago E.R., quien acude al cuarto de ordenadores y observa que el aviso proviene de la planta 21, a la que sube comprobando que en el interior de uno de los despachos hay humo y una llama de unos 50 centímetros de altura que parte del suelo. En ese momento, escucha dos pequeñas explosiones y avisa a otros vigilantes para que llamaran a los bomberos.

23.19. La central de comunicaciones del Cuerpo de Bomberos recibe una llamada procedente del servicio de seguridad del Windsor en la que se informa de la existencia de un incendio en la planta 21.

Entre tanto, Yago baja a la recepción del edificio a buscar la llave que abre la puerta de la estancia que se estaba quemando. Una vez que la consigue, asciende de nuevo a la planta 21 y abre la puerta del despacho, saliendo en ese instante una gran cantidad de humo negro.

Ante ello, el integrante del grupo de mantenimiento Rafael D. aplica el contenido de un extintor hacia el espacio tras la apertura de la puerta, aunque el humo imposibilita la continuidad de esta acción, por lo que el hombre despliega la manguera de una boca de incendios equipada, momento en que se le comunican que acaban de llegar los bomberos al inmueble.

23.28. Los bomberos aparecen en el Windsor. Al primer grupo de bomberos, se incorporaron posteriormente otros dos. De este modo, el suboficial número 42 al mando de la primera dotación, ordena que parte del equipo preparara las columnas secas, mientras que el resto debe dirigirse la planta 21, donde encuentran a Rafael D., quien les informa del lugar en el que se encontraba el foco del incendio.

En ese mismo instante, uno de los miembros de la dotación comunica al suboficial que el fuego había roto por la fachada que daba al Paseo de Castellana, y solicita a través de la emisora que le envíen dos bombas más. Acto seguido, en el interior de la torre se empiezan a desplomar gran cantidad de materiales del techo, resultando herido un bombero.

A tenor de la entidad del incendio, que ya afectaba a varias plantas, y considerando el alto riesgo para la seguridad de los bomberos, el jefe de guardia convoca una reunión en la planta cero del Windsor para evaluar la situación, en la que se decide finalmente atacar de nuevo el incendio.

1.00 (domingo 12). El inspector jefe del departamento de extinción de incendios y su superior jerárquico deciden que todos los efectivos del interior del edificio lo abandonen por el riesgo que existe de colapso.

11.00. El incendio queda controlado, aunque permanecen activos algunos focos en su interior.

Lunes 14 (01.00). Se da por extinguido abriéndose un plazo de 24 horas de observación.

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