Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Córdoba, en el marco de la operación 'Pesca', han procedido a la detención de cinco personas, todas ellas pertenecientes a un mismo clan familiar tras desmantelar la mayor plantación interior de marihuana de los últimos años en la provincia.

Según ha informado la Policía en un comunicado, a los detenidos, M.C.G., de 53 años; J.C.G., de 33; F.M.D.C., de 25; G.C.F., de 18; y M.A.F. de 19, acusados de un delito contra la salud pública, se les ha intervenido en tres registros domiciliarios, en Córdoba capital, un total de 200 bellotas de hachís, 53 plantas de marihuana, aparatos y útiles diversos de cultivo y preparación para su posterior venta, 5.000 euros en efectivo, varias balanzas de precisión y una pistola de descargas eléctricas.

Esta operación, que se ha desarrollado durante aproximadamente año y medio, tuvo su comienzo cuando los agentes del grupo de estupefacientes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Córdoba observaron que a un bloque de la zona de la barriada de la Fuensanta acudían numerosos jóvenes a diferentes horas del día y/o la noche, por lo que sospechaban que pudieran estar acudiendo al lugar para comprar sustancias estupefacientes.

Ante tales hechos, iniciaron una investigación policial gracias a la cual los agentes consiguieron identificar plenamente a los individuos, determinando que se trataba de un grupo perfectamente estructurado, llegando incluso a concretar las funciones que cada integrante del clan tenía asignadas.

Una vez identificados la totalidad de los componentes de este entramado, así como concretados los domicilios de venta y almacenaje de la mercancía, se procedió a solicitar al titular del Juzgado en funciones de guardia los correspondientes mandamientos de entrada y registro en dos domicilios de la capital y de un trastero aledaño a una de las viviendas, accediendo su señoría a ello.

Cuando los agentes se encontraban realizando los registros el pasado día 14 de octubre, pudieron comprobar que antes de entrar a uno de los domicilios, desde el mismo salía un fuerte olor a marihuana, pudiéndose escuchar igualmente ruidos de extractores y ventiladores. Una vez en el interior del inmueble, los policías hallaron un completo y sofisticado sistema de cultivo de marihuana, contando con lámparas de luz y calor, aparatos de ventilación, medidores de temperatura y humedad, extractores de gran potencia, fertilizantes, líquidos para crecimiento rápido y 51 plantas de marihuana repletas de cogollos, que se encontraban sembradas ocupando la totalidad de la superficie de la vivienda.

A falta del peso total de la marihuana intervenida, la droga incautada, una vez vendida al menudeo por los integrantes de este grupo, les hubiera reportado unas ganancias de alrededor de 20.000 euros.