Con gritos de "Rechacemos Playboy, rechacemos la pornografía", los manifestantes detuvieron el tráfico del centro de la ciudad y pidieron a las autoridades que prohíban esta revista extranjera en el país.

Playboy ha firmado un acuerdo con una compañía local para publicar una edición indonesia, su vigésimo primera edición internacional, que, de seguir todo adelante, saldrá a la calle en marzo.

La versión indonesia no incluirá fotografías de desnudos, pero los grupos conservadores argumentan que de todas formas corromperá los valores morales de la sociedad.

"Legalizar Playboy es equivalente a legalizar la pornografía", afirmó Muzadi. A pesar de esta oposición abierta, en las calles y centros comerciales de Yakarta se pueden comprar publicaciones pornográficas.

"Aunque prohíban Playboy, esto no va a cambiar", añadió el indonesio.

La polémica ha acelerado los trámites para el debate y aprobación de una ley nacional contra la pornografía que defina con claridad qué se entiende por ésta.

La legislación vigente sobre el tema se remonta a la época colonial y clasifica de pornografía los besos en público o el vestido tradicional de varias tribus papuanas, consistente para los hombres en un tubo que cubre el pene y se enrolla alrededor de la cintura y para las mujeres en una falda de hojas, entre otras cosas.