Grupos de ultraderecha franceses organizan comidas de caridad con cerdo para excluir a musulmanes y judíos

Estas organizaciones han desatado la polémica en Francia al organizar comidas de pretendida beneficencia a base de carne de cerdo para excluir adrede a musulmanes y judíos indigentes o pobres. Las comidas se han celebrado en varias ciudades de Francia y algunas de Bélgica bajo el lema sopas para los nuestros antes que para los otros.

Con poco o escaso éxito entre los indigentes, las marmitas humeantes de sopa de tocino o los bocadillos de jamón elaborados y distribuidos en Niza, Estrasburgo, París o Nantes tenían más la intención de tratar de aumentar la popularidad de los grupos que las organizaba que de alimentar a los necesitados.

Los organizadores gravitan en torno al grupo neofascista Bloc Identitaire. Su líder, Fabrice Robert, pertenecía a Unité Radicale, un movimiento disuelto en 2002 tras la tentativa de uno de sus miembros -Maxime Brunerie- de asesinar con una escopeta al presidente francés, Jacques Chirac, en pleno desfile militar del 14 de julio.

No es la primera vez

La campaña de comidas, que manipula sin empacho el desamparo de las víctimas de la miseria, se inspira en una iniciativa similar que llevó a cabo hace dos años en París la asociación de extrema derecha SDF y no oculta su ideología ni su racismo, al tiempo que trata de trasmitir un discurso político que estigmatiza a la inmigración.

"Seamos solidarios con nuestros hermanos europeos", clama Soulidarieta, que enmarca su "acción de voluntariado social y político para nuestros hermanos de sangre más necesitados" en su lucha contra "la subida de la marea negra de la sumersión demográfica".

Un texto casi copiado del de sus colegas de Solidarité Alsacienne que denuncia que "el Estado francés subvenciona un número maravilloso de asociaciones de ayuda a los pobres del mundo entero y olvida que la mayor parte de los indigentes de nuestro país son de origen europeo".

En Niza, en plena Costa Azul francesa, donde el Bloc Identitaire tiene uno de sus bastiones, los distribuidores del espeso y poco demandado potaje de cerdo se han visto las caras este invierno todas las semanas con la asociación de ayuda de urgencia a los sin abrigo Mir, en la misma plaza de la iglesia Lympia. Mir ofrecía una sopa de legumbres de primer plato y queso o paté de segundo, lo que le garantizaba una máxima audiencia.

Con el argumento de que hasta que no les pillasen en un flagrante delito de discriminación o que provocasen alteración del orden público no podían intervenir, las autoridades nicenses han tolerado ese peculiar cara a cara entre Solidarieta y Mir, pese a las encendidas protestas de asociaciones humanitarias, políticas y religiosas.

Muy distinta ha sido la reacción de las autoridades de París o Estrasburgo que cortaron por lo sano la distribución de la "sopa de cerdo" de los neofascistas, con una prohibición expresa de las respectivas Prefecturas (delegaciones del Gobierno). La Liga contra el Racismo y el Antisemitismo se declaró "chocada" por esta "utilización de la miseria".

Lucha política por la ultraderecha

Fabrice Robert, de 33 años, fundador y presidente del Bloc Identitaire, anima a sus adeptos y simpatizantes a actuar en el terreno social, con el objetivo de robarle terreno al ultraderechista Frente Nacional (FN) de Jean-Marie Le Pen.

Otro de sus caballos de batalla desde hace mucho es la lucha contra siete grupos de música rap, a los que un grupo de diputados conservadores acusan ahora de ser en parte responsables de los altercados registrados en otoño pasado en los barrios difíciles franceses por sus canciones de letras incendiarias.

Los miembros del Bloc Identitaires reclaman, por otra parte, la paternidad de la palabra "racaille" (gentuza o chusma) usada por el ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, para referirse a los protagonistas de esa ola de violencia y que tuvo el nefasto efecto de caldear más el ambiente.

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