El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, asegura que "un país con buenas infraestructuras es un país más rico", y por ello, ha vuelto a defender la obra pública como una inversión fundamental para "generar empleo y productividad en tiempos de crisis".

Según dice, eso es lo que se está haciendo en la región, donde se están ejecutando unas carreteras que son "auténtica calidad Cantabria" y donde se seguirán haciendo obras "sin parar".

Revilla se ha expresado así al inaugurar las obras de acondicionamiento y mejora de la plataforma de la carretera Miengo-Cuchía, a lo largo de todo su recorrido, desde su origen, en la intersección de la carretera CA-232, que une el barrio de Miengo-La Arena con Cuchía y la carretera de acceso a la playa de Marzán. A su juicio, es "una carretera para enseñar, que combina la seguridad de los coches y de los peatones".

El consejero de Obras Públicas, Ordenación del Territorio, Vivienda y Urbanismo, José María Mazón, ha asegurado que la carretera tiene "un acabado espléndido y un resultado espectacular".

Asimismo, ha destacado que su departamento "continúa trabajando intensamente en los planes de choque de infraestructuras". "La Consejería de Obras Públicas no va a parar la inversión en obra civil", ha recalcado.

Revilla y Mazón han estado acompañados en el acto inaugural por el director general de Carreteras, Vías y Obras, Manuel del Jesus; el alcalde de Miengo, Avelino Cuartas, concejales de la Corporación y representantes de la

Ute senor-CONSTRUBOC, responsable de la ejecución del proyecto.

Datos técnicos

La actuación, incluida en el I Plan de Choque y promovida por Gesvican, ha consistido fundamentalmente en la mejora de 1,3 kilómetros de carretera, mediante la construcción de aceras y servicios en ambas márgenes, sirviendo además como vía de acceso peatonal y rodado al núcleo residencial y a la playa de Cuchía. El Gobierno regional ha invertido en esta actuación 1.328.283 euros.

En la ejecución del proyecto se han establecido dos tramos diferenciados. En el primero de ellos se ha construido una glorieta entre la CA-232, Puente Arce-Miengo-Requejada, y la CA-326, Miengo-Cuchía, que tiene un diámetro de 40 metros y una calzada de 8 metros. De esta manera se ha logrado mejorar la seguridad vial en la intersección y se ha facilitado el acceso a la carretera CA-326.

Este primer tramo discurre entre la nueva glorieta y el Colegio Público Marzán, tiene una longitud de 556 metros, aceras con una anchura mínima de 1,50 metros y parterres de separación de 80 centímetros.

El segundo tramo, situado dentro del núcleo de Cuchía, tiene una longitud de 749 metros y discurre entre la recientemente reformada intersección con el vial de acceso a la playa de Cuchía y el final de la carretera autonómica. En este caso, la sección consta de una calzada de 6,10 metros y aceras de anchura variable en ambos márgenes que dan continuidad a todo el recorrido y sirven de acceso a las fincas y los viales del núcleo urbano de Cuchía.

El proyecto se ha complementado con la instalación de la señalización horizontal y vertical, junto con el correspondiente balizamiento. También se ha incluido la colocación de barandilla de protección en las zonas con mayor desnivel.

Finalmente, las actuaciones se han rematado con las mejoras de los servicios urbanos existentes a lo largo del vial; la retirada y sustitución de la conducción de abastecimiento, que se encontraba en deficiente estado, por una nueva tubería de fundición dúctil; y la renovación completa del alumbrado público, que ha quedado totalmente soterrado.