Ya ha sido bautizado como 'El escritor de la Puerta del Sol'. Así lo conocen quienes lo ven abordar a los viandantes por el centro histórico de Madrid para regalarles su ópera prima, 'Manual para el perfecto gaznápiro'. Y es que Rafael Nebrera, un agente de viajes con vocación de escritor, ha tenido que vencer su timidez para promocionar su primer libro y conseguir el fin último de cualquier autor: llegar al lector.

Consciente de las dificultades para publicar su obra en una editorial –"no están dispuestas a invertir en un escritor novel y menos con esta crisis", asegura– ha optado por utilizar sus ahorros para editarla él mismo y ofrecerla gratuitamente a sus potenciales seguidores. De momento lleva dos ediciones y 1.500 euros invertidos. "La idea surgió hace dos años, inspirada precisamente en los diarios gratuitos. Inicialmente pensé en repartir los ejemplares en las bocas de metro, pero luego preferí no hacerlo de forma indiscriminada, para poder explicar la obra y mi propósito", explica este joven de 32 años.

Y eso es lo que hace un par de días a la semana desde el pasado julio, siempre que su "trabajo como asalariado" se lo permite. Se acerca a los transeúntes madrileños y les pide unos fragmentos de su tiempo, en un área comercial en la que la competencia abunda. A cambio, les regala su obra y amplía su vocabulario con una palabra poco usual. "Gaznápiro es el adjetivo que describe a Manuel Contreras, el protagonista de los relatos, un tipo palurdo, simplón, torpe, que se queda embobado con cualquier cosa", les informa.

Y lo cierto es que la iniciativa va tomando forma. Rafael cada vez recibe más emails y apoyos en Facebook de la gente que lee su obra y agradece el regalo y brindando su apoyo en el futuro. "Un chico me quiso dar cinco euros para que cubriera los costes", explica Nebrera, que rechaza cualquier tipo de contrapestación económica. "Prefiero que, si les gusta, compren el libro por Internet y se lo regalen a alguien", subraya.

"Hay mucha gente que piensa que nadie regala nada, yo intento demostrarles que todavía hay alguien que sí lo hace, que todavía hay personas que no se mueven únicamente por el dios dinero", afirma el autor.

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