El alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, ha calificado los huertos urbanos sostenibles de la Finca Altamira como "un espacio de convivencia único, en el que varias generaciones comparten ocio, vida saludable y experiencia vitales muy positivas para seguir haciendo ciudad".

De la Serna ha asistido este viernes a la Fiesta de la Cosecha, en la que los beneficiarios de los huertos han dado a conocer y a probar a todos los asistentes los productos que han obtenido en sus huertos, que empezaron a ser cultivados a principios de abril.

El alcalde ha considerado que los huertos suponen "mucho más de la extraordinaria oportunidad que se le da a la gente de desarrollar una labor sostenible del mundo rural en plena ciudad, ya que se han convertido en un espacio de convivencia único en la ciudad entre personas de varias generaciones", pese a la "enorme oposición" que generó esta iniciativa en el Grupo Municipal Regionalista.

De la Serna ha valorado el momento de recompensa por el esfuerzo realizado que supone para los hortelanos dar a conocer el producto de sus cosechas y ha invitado a todos los santanderinos a acercarse al Parque Altamira para conocer el resultado de esta iniciativa municipal.

Tras la degustación de los productos, se ha repartido entre los asistentes un sencillo recetario con una muestra de todos los platos que se pueden elaborar con los productos de la tierra.

Además, en un gesto solidario, los hortelanos han donado productos recogidos en sus huertas para el Centro de Acogida 'Princesa Letizia'.

Huertos para mayores y personas con discapacidad

En total, se han habilitado 54 huertos de entre 20 y 23 metros cuadrados cada uno, que fueron sorteados y adjudicados a quienes ahora los cultivan. Además, en la plataforma superior se han instalado unas mesas en las que las personas con discapacidad, especialmente quienes van en silla de ruedas, también pueden participar de esta iniciativa.

De los 54 huertos, 44 están destinados a personas mayores, tres se han cedido a la Asociación de Sordos de Santander y a la Asociación Cántabra Pro Salud Mental (ASCASAM); tres están destinados a semilleros, para ir produciendo plantas durante todo el año y luego abastecer las huertas, y otras tres parcelas se dedicarán a educación ambiental. Junto a los huertos, se ubican varios cobertizos para guardar las herramientas, que en breve dispondrán de paneles solares. Habrá también un aljibe para recoger y reutilizar el agua de lluvia para el riego.

El alcalde ha recordado que los adjudicatarios de los huertos han participado en cursos de formación para aprender técnicas de cultivo sostenible que aplican ya en cada una de sus parcelas.

Además, el Ayuntamiento organiza, a través de la Concejalía de Medio Ambiente, visitas guiadas de escolares en las que está previsto que participen alrededor de 500 niños en los próximos dos meses.