Dos niños británicos de 11 años que fueron declarados culpables del intento de violación de una niña de 8 deberán estar tres años bajo supervisión de los servicios sociales, según la sentencia de un tribunal de Londres conocida este miércoles.

Los niños tenían 10 años (la edad mínima de responsabilidad penal en el Reino Unido) cuando cometieron el delito en octubre de 2009 y fueron juzgados en mayo pasado tras la denuncia presentada por la madre de la pequeña, después de que ésta le explicara lo ocurrido.

La menor aseguró que los niños la convencieron para que se fuera con ellos, tras lo cual comenzaron las agresiones sexuales en una escalera, un ascensor y un cobertizo destinado a las basuras. Después, según dijo durante el juicio en una declaración por teleconferencia, la arrastraron a un parque, donde arrojaron su patinete a unos arbustos y se negaron a devolvérselo si no hacía lo que le pedían.

Jugando a "médicos y enfermeras"

Un jurado popular desestimó que la violación ocurriera, pero aprobó mayoritariamente considerarles culpables de intento de violación y rechazó el argumento de las defensas de que los niños estaban siendo traviesos o jugando "a médicos y enfermeras".

El juez declaró que no aceptaba "que lo ocurrido fuera un juego", pero sí aceptó que "no os disteis cuenta de lo serio que era lo que estabais haciendo".

El magistrado rechazó retirar la custodia de los menores a sus padres al creer que sería "contraproducente", y decidió emitir una orden de supervisión de los niños por parte de los servicios sociales por el máximo tiempo posible: tres años.

Esta orden supone estar bajo el control de las autoridades, con condiciones como que sus padres informen constantemente de su paradero y participar en programas para afrontar sus problemas de comportamiento.

Además, tendrán que incluir sus nombres en el registro policial de agresores sexuales durante dos años y medio.

La agencia local PA informó de que el juez comunicó previamente a los niños y sus familias la decisión de no recluirles en un centro de rehabilitación juvenil, y los menores comparecieron ante el tribunal relajados y charlando animadamente.