Un hombre y una mujer han sido ejecutados en una lapidación pública ordenada por los talibanes tras haber sido declarados culpables de un delito de adulterio, según ha informado este lunes Mohammad Omar, gobernador de la provincia donde ocurrió el incidente, Kunduz, en el norte de Afganistán.

"Los dos fueron lapidados hasta la muerte en un bazar del distrito de Basht e Archi por la acusación de cometer un acto de adulterio", explicó Omar.

Los dos acusados fueron arrestados por milicianos talibán tras la denuncia de sus familias, que revelaron que ambos mantenían una relación a pesar de que estaban prometidos a otras personas y que intentaron fugarse, según la versión del jefe de la Policía en el distrito, Hameed Agha.

Se trata de la primera ejecución pública practicada en el norte del país, una zona hasta ahora relativamente ajena a la presencia de la insurgencia talibán, desde que una reunión de clérigos para la reconciliación con los talibanes hiciera la semana pasada un llamamiento al respeto a la sharia o ley islámica y al retorno a las ejecuciones. Inmediatamente fue azotada y ejecutada una mujer viuda y embarazada acusada de adulterio en la provincia de Badghis, en el noroeste del país.

Sin embargo, los talibanes oficialmente se han distanciado tanto del incidente de Badghis como del de Kunduz. Este lunes un portavoz de los insurgentes islamistas afirmó no tener noticia de lo ocurrido en Kunduz.