El líder de CiU, Artur Mas, ha manifestado que los compromisos en infraestructuras del Gobierno central "aparecen y desaparecen como el Guadiana". "Ahora en periodo electoral seguro que llegarán muchos anuncios amables, pero lo más inteligente es analizar es el volumen de promesas incumplidas", ha reflexionado.

Con respecto al tramo Valls-Montblanc de la autovía entre Tarragona y San Sebastián (A-27), "como vemos —ha destacado—, ahora es sí, luego es no. No hay quien se crea nada, pero lo cierto es que hoy es un no, porque es la realidad". Ha deseado que corrijan la decisión de paralizar las obras, pero lo único que sabe es que "los plazos no se han cumplido", y que no se lo creerá hasta que no vea máquinas trabajando en la carretera.

Lo ha dicho en un acto en Reus (Tarragona) después de que el conseller de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, haya afirmado este domingo que algunas obras rescindidas del Ministerio de Fomento "podrían encontrar un encaje presupuestario para retomarlas muy rápidamente", como el tramo Valls-Montblanc de la autovía A-27.

Mas ha recordado también los famosos 400 euros de Zapatero, "que se han evaporado", el prometido traspaso de los aeropuertos de Reus, Girona y Sabadell, "que se ha debido autotraspasar el Estado", o la "marcha atrás" en el cheque bebé.

Por otra parte, respecto a la petición del presidente de la Generalitat, José Montilla, a Mas para que abandone su escaño si se demuestra presunta financiación irregular de CDC en vinculación con el 'caso Palau', el líder de CiU ha afirmado: "No caeré en provocaciones; yo me centro en crear y divulgar en positivo un programa ilusionante para el futuro".