El "tono ecologista y autobiográfico" de la obra del escritor chileno Luis Sepúlveda protagonizará esta semana el debate de los 'Martes Literarios' de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), que se celebrará a las siete de la tarde en el Paraninfo de La Magdalena.

Según recuerda la UIMP en nota de prensa, Luis Sepúlveda estudió producción teatral en la Universidad Nacional de Santiago de Chile y militó como líder del movimiento estudiantil y, más tarde, en la administración de Salvador Allende.

En 1979 se unió a la brigada internacional Simón Bolívar que luchaba en Nicaragua y, tras la victoria de la revolución en este país, comenzó a trabajar como reportero.

Galardonado con los Premios Gabriela Mistral (1976) y el Rómulos Gallegos (1978) por su colección de relatos 'Crónicas de Pedro Nadie', Sepúlveda cultiva en su obra una variedad temática que abarca la novela de aventuras, intriga y negra; la crónica de viajes, el género policial y el compromiso ideológico.

"La atmósfera de sus creaciones se inserta en una suerte de realismo, que no desconoce la magia, pero se distingue porque está aferrada a realidades sociales y geográficas", señalan las mismas fuentes.

Aunque "su decidido compromiso ideológico a menudo ha resultado molesto para ciertas mentalidades" políticas, el autor del libro 'Un viejo que leía novelas de amor', por el que fue galardonado con el Premio Tigre Juan en 1988, colabora regularmente con diferentes publicaciones internacionales, especialmente con Le Monde Diplomatique, y su obra cuenta con reconocimiento artístico en Europa y América.

Entre otros galardones, el autor cuenta con el Premio de relatos cortos La Felguera por su libro 'Desencuentros' (1997) y el Premio Primavera de Novela por 'La sombra de lo que Fuimos' (2009). En 2005 fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidades de Toulon de Francia y por la de Carlo Bo de Italia.

Su estilo sencillo y claro, "que huye en todo momento del rebuscamiento estilístico, de la oscuridad filosófica y del enrevesamiento literario", le valió el reconocimiento como Caballero de las Artes y las Letras de la República francesa.