El comité de la Unesco reunido en Brasilia ha decidido descartar la inclusión de la ciudad de Ibiza en la lista del Patrimonio de la Humanidad que está en peligro.

El informe oficial del organismo supranacional no penaliza así la reforma proyectada en el puerto de Vila. El documento únicamente pide al Estado Español que informe de manera inmediata en caso de que se produjera algún efecto inesperado o adverso durante y después del proceso de dragado del puerto.

Solicitan, a su vez, que el Ejecutivo central envíe un nuevo informe, antes de febrero de 2011, detallando en qué estado de conservación se encuentran los bienes inscritos en la lista de Patrimonio Mundial, así como el estado del proyecto de reorganización del puerto, incluyendo también la información sobre la manera en que se están teniendo en cuenta las recomendaciones y sugerencias hechas por los miembros de la misión de control que visitaron Ibiza en noviembre de 2009.

La directora general de Bellas Artes del Ministerio de Cultura, Ángeles Albert, tuvo la oportunidad de intervenir durante la sesión en la que se debatió la inclusión o no del patrimonio ibicenco en la 'lista negra'.

Albert recordó que el informe de la misión de control efectuado por los inspectores en noviembre señalaba que el estado de conservación de los bienes es satisfactorio y que no existen amenazas suficientes para considerar que Ibiza ha de ser incluida en la lista en peligro.

También se habló de la importancia estratégica que este puerto tiene para la isla, cuyas obras de remodelación han acabado reduciéndose en un 30 por ciento, en lo que al dragado se refiere, y en 10.000 cuadrados en lo que respecta a la dimensión de las plataformas.

El ingeniero de Puertos del Estado también asistió a la reunión y subrayó las principales medidas adoptadas para evitar cualquier afección a los bienes naturales.

El representante de Puertos del Estado informó de que llevarán a cabo una serie de medidas que garantizarán la transparencia de las obras. En este sentido, se elaborará un plan especial de vigilancia ambiental que se remitirá al Centro de Patrimonio Mundial al menos un mes antes de iniciarse la operación de dragado.

Este plan incluirá la identificación de los riesgos potenciales, el contacto de las personas responsables de su verificación, la definición de la gravedad de las alertas y la descripción de las acciones de respuesta, procedimiento y medios a utilizar contra las posibles emergencias.

El programa incluirá también la realización de jornadas informativas periódicas, en las que se dará cuenta de la evolución del proyecto y de sus efectos.

El plan prevé también la publicación en tiempo real en internet del control de las obras mediante todos los indicadores que se tendrán en cuenta y que, como mínimo, serán los siguientes: condiciones meteorológicas, la turbiedad de las aguas en la zona del vertido y en las proximidades del Parque Natural de ses Salines, así como la localización de la embarcación del transporte y el vertido de los materiales de dragado.