El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, ha lanzado un órdago en la Conferencia de Kabul, que se celebra este martes y que ha iniciado el mismo, al pedir mayor control de los fondos internacionales que recibe su país. El líder asiático aseveró que su país tiene comprometidos "suficientes recursos financieros" para los próximos tres años, pero advirtió de que éstos no darán los resultados deseados" si no se administran de forma centralizada.

El presidente agradeció que la comunidad internacional "en general, y EE UU en particular" se haya comprometido a "canalizar el 50% (de esos fondos) a través del presupuesto afgano en los próximos dos años".

Karzai elevó esta petición ante los delegados de unos 70 países y organizaciones internacionales. El órdago no es tan grande cuando se escucha a la secretaria de Estado de los EE UU, Hillary Clinton, valorar positivamente "global" diseñada por Karzai y los "planes detallados, prácticos" propuestos por el presidente afgano. Además, la superpotencia apoya el plan del gobierno afgano para alcanzar la paz con los talibanes.

Sin embargo, el presidente del país centro asiático sabe que su crédito ha menguado -acusaciones de corrupción, de servilismo ante los antiguos señores de la guerra y con EE UU, cambios sin efecto, fraude en las últimas elecciones - y por ello se comprometió a combatir la corrupción, mejorar la gobernanza y asumir el control de la seguridad en todo el territorio para 2014.

"La llave para la sostenibilidad (de Afganistán) es la transición a un liderazgo y una propiedad afganos", declaró a los delegados. El presidente les recordó que Afganistán es una "nación potencialmente rica" y les expuso su "visión" del país como "punto pacífico de encuentro de civilizaciones".

Karzai, duramente criticado por sus socios internacionales por el fraude en los comicios en los que revalidó mandato en 2009, buscó de ellos un nuevo compromiso con Afganistán, que incluya el apoyo al plan de paz con los "oponentes armados que renuncien a sus vínculos con la red terrorista Al Qaeda" y acaten la Constitución.

Ante él estaba, el secretario general de Ban Ki-Moon y la anteriormente citada Hillary Clinton. Ésta además de los elogios también recordó a Karzai el "sentido de urgencia que va implícito en la fecha de comienzo de la retirada estadounidense del país, fechada para julio de 2011.

Y demandó al Ejecutivo afgano que los derechos de las mujeres, las minorías y la sociedad civil afganos "no sean sacrificados" en aras de la reinserción de los talibanes.

"El mundo está con Afganistán", aseveró Clinton, para reafirmar que su país no tiene "intención de abandonar su misión de largo plazo" en este país.