Adavasymt cree "inexplicable" y "preocupante" la absolución y puesta en libertad de un agresor a pesar de ser reconocido

Advierten del incremento del archivo o sobreseimiento de casos por cosas que cree insuficientes como leves contradicciones al declarar

La Asociación de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales y Malos Tratos de Valladolid (Adavasymt) calificó hoy de "inexplicable, incomprensible y preocupante" una sentencia absolutoria del Juzgado de lo Penal número 3 que absuelve al acusado de una agresión a dos mujeres a pesar de haber sido reconocido "sin género de dudas" por una de las víctimas y que se haya declarado su puesta en libertad, lo que a su juicio supone "un peligro" para todas las mujeres.

Así se expresó la abogada Doris Benegas, letrada de la Asociación que llevó el caso, quien ofreció una rueda de prensa en Valladolid acompañada de la presidenta del colectivo, Concepción Minayo, para mostrar el rechazo a una sentencia que consideran que no ayuda a las mujeres a denunciar cuando son víctimas de una agresión.

Benegas, en declaraciones recogidas por Europa Press, explicó que la sentencia deja en libertad a Valentín S, un hombre condenado en 1992 a 15 años de prisión por una agresión continuada a una mujer en un pinar, quien salió de prisión en diciembre de 2008 y fue detenido por la agresión a dos mujeres ocurrida el 12 de octubre de 2009, cuando llevaba diez meses en la calle.

Tanto fiscal y acusación pidieron durante el juicio una pena que sumaba 12 años de cárcel para el presunto agresor por robo con el uso de un instrumento peligroso —una estaca de más de un metro de largo y unos 10 centímetros de ancho— y dos delitos de lesiones, ya que las víctimas sufrieron heridas graves en el asalto que requirieron sutura y en algún caso incluso intervención quirúrgica.

Según la abogada, los hechos se produjeron en un pinar a las 15.30 horas del citado día, cuando el agresor se encontraba escondido y asaltó a sus dos víctimas "por detrás, sin posibilidad de defensa", golpeó a una en la nuca y la cabeza y cuando cayó al suelo atacó a la otra, a la que también hirió en la cabeza. Posteriormente, una de ellas se levantó y trató de quitar el palo al agresor, por lo que se produjo un forcejeo en el que se rompió cúbito y un dedo.

Doris Benegas explicó que una de las víctimas reconoció al agresor hasta en tres ocasiones, en foto en comisaría, en una rueda de reconocimiento y durante la celebración del juicio, mientras que la otra no pudo hacerlo porque no pudo ver el rostro con precisión.

La letrada considera que éstas son pruebas suficientes para considerar que esta persona es la autora ante un reconocimiento "sin ningún género de dudas" por una víctima se "convierte" en una serie de dudas que describe el juez en la sentencia y que termina con la absolución.

Doris Benegas aseguró que estos delitos son "premeditados", se busca que no haya pruebas y por lo tanto es "importante" la declaración y cree que no hay razón para que la sentencia no sea condenatoria. "Cualquiera que lo vea con ojos objetivos podría llegar a esta conclusión", dijo.

Dudas del juez

El fallo del juez, indicó la letrada, se basa en que la otra víctima no reconoció al agresor, aunque se vea justificado que no le viera la cara, pero al mismo tiempo no se explica que tras un intercambio de palabras en el que el asaltante pidió el reloj a una de las mujeres no le reconozca, cuando fue una situación en la que la herida estaba casi sin conocimiento.

Además, explicó Benegas, el juez considera que no explicable que no pueda identificarle, cuando "si uno se pone en la piel de esta mujer", con el "aturdimiento" de la situación y una secuencia tan corta de hechos "lo difícil es que se pueda identificar".

De la misma forma, en la sentencia se añaden dos cuestiones que "rematan" las dudas, una de ellas que la Policía Local dijo que las víctimas manifestaron que el agresor era una persona de color cuando la Policía Nacional dice que lo que se indicó fue que era "muy moreno", algo que, según la abogada, se pudo comprobar durante la vista oral e incluso se puede pensar que es extranjero si no se le oye hablar.

También el fallo incide en que la víctima que le reconoció en fotos dijo que tenía gafas de sol puestas pero que no le tapaban los ojos totalmente, por lo que podía identificarle. A este respecto, Benegas afirmó que los rasgos de esta persona "no pasan desapercibidos" y no es alguien "fácilmente confundible".

Así, la abogada cree "muy necesario" que un juez antes de condenar se cerciore de descartar dudas importantes que pueda tener, pero considera que en este caso no hay dudas cuando "categóricamente" una víctima dice que es el culpable sin que tenga ningún interés en condenarle por otra razón.

Benegas cree "inexplicable, incomprensible" el fallo y manifestó la preocupación existente por que este individuo esté en libertad, aunque adelantó que la intención es recurrir tanto la libertad provisional como la sentencia, que es lo que harán.

La abogada aseguró que hay "mucho malestar" entre las mujeres de la asociación y preocupación porque consideran que es un hombre "peligroso" y "pone en peligro a todas las mujeres" y añadió que ha tratado mucho con la víctima y está "muy segura" de lo que dice.

Archivo de procesos

Por otro lado, tanto la presidenta de la Asociación como la abogada manifestaron la preocupación existente entre las socias y también las víctimas de agresiones en general por el "índice excesivamente alto" de archivo o sobreseimiento de casos de violencia de género.

Benegas, que últimamente ha tenido tres casos en estas circunstancias, cree que hay indicios para seguir la instrucción y llegar a juicio y, sin embargo, se archivan basándose en consideraciones que no deberían ser suficientes para "privar" a la víctima de un juicio, un "derecho constitucional", cuando a veces incluso hay partes de lesiones.

En este sentido, explicó que las justificaciones son, por ejemplo, "pequeñas contradicciones" en las declaraciones tales como fechas o cuestiones secundarias que en cualquier caso cree que deberían remitirse al juicio y posteriormente se absuelva al acusado si debe ser así, pero no se archive, como ocurre con el Juzgado de Violencia de Género.

Doris Benegas pidió que se tenga en cuenta que muchas víctimas, a pesar de que se ha avanzado con la nueva legislación y en el trato en comisarías de policía y cuarteles de la Guardia Civil, muchas mujeres presentan denuncia sin abogado y carecen de ayuda.

A todo ello, añadió, se suma que la denuncia se presenta con una agresión muy reciente, hay gente que lleva mucho tiempo aguantando, y es éste último hecho el que hace que se desborde y cuente la historia.

Situación difícil

Así, cree que la víctima se encuentra muchas veces en estado de shock o de mucha tensión y a veces no puede valorar cómo hace la denuncia sin asesoramiento y resulta que se da una "importancia fundamental" a la declaración en la denuncia para su credibilidad.

En este contexto, afirmó que la Asociación considera que un porcentaje "altísimo", el "99,9 por ciento" de las víctimas "ni mienta ni exagera" y aclaró que no es "plato de buen gusto" poner una denuncia.

Asimismo, aseguró que desde la Asociación estimulan la verdad porque no quieren que se persiga a los agresores en base a una mentira y añadió que las mujeres normalmente cuentan una parte "muy pequeña" de lo ocurrido.

Finalmente, incidió en que las víctimas no merecen esta respuesta, que crea desconfianza y se quedan con la sensación de que se cree que es mentira lo que dicen y es un "castigo innecesario" tras lo que han pasado hasta llegar ahí.

También, según Benegas, a esto se añade la "dificultad insalvable" de proceder con la violencia psicológica, lo que provoca un desánimo a la hora de denunciar.

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