La Audiencia de Valladolid juzga hoy lunes a un hombre de origen colombiano, Josúe C.O, por un delito contra la salud pública cometido en octubre de 2007, cuando, junto con un vecino de Traspinedo ya condenado por estos hechos el pasado año, recibió por vía aérea desde Panamá un paquete con casi 700 gramos de cocaína que iban ocultos en el doble fondo de una raqueta de tenis.

En su escrito de calificación, la acusación pública pide para el procesado una pena de diez años de cárcel y el pago de una multa de 100.000 euros, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

El acusado, de 38 años, será juzgado en solitario por la Audiencia Provincial este lunes, ya que el pasado año permaneció en paradero desconocido y no compareció en el juicio que el tribunal tenía previsto celebrar contra él y su supuesto cómplice, Lucio C.G, quien si asistió y fue condenado por estos mismos hechos.

La tesis de la acusación pública es que el colombiano venía dedicándose a la distribución de cocaína en Valladolid, donde residía, surtiéndose a tal efecto de envíos procedentes de Sudamérica, que una vez en su poder distribuía al por menor, valiéndose para ello de la ayuda del otro procesado.

La operación que condujo a la detención de ambos se produjo cuando el servicio de aduanas del Aeropuerto de Barajas detectó, a través de rayos x, que un paquete postal de Panamá con destino a Valladolid ocultaba cocaína, con lo que se montó un dispositivo especial para detener al destinatario en el momento en que se pasara a recogerlo por la oficina de Correos de Canterac, en la capital vallisoletana.

Una vez establecido el dispositivo de localización de los destinatarios del paquete postal la Guardia Civil los localizó y detuvo cuando procedían a la recogida del paquete.

Una vez abierto se comprobó que la sustancia estupefaciente, un total de 650,02 gramos de cocaína valorada en 25.044 euros, se encontraba disimulada al hallarse impregnada en la espuma que recubre la totalidad del contorno de una bolsa especial para raquetas de tenis y localizada entre las dos capas que conforman la citada bolsa.

Además, en el transcurso de la operación la Guardia Civil ocupó a Lucio Carlos G.D. 1,23 gramos de cocaína y otro fragmento de hachís con un peso de 2,50 gramos, además de que en el coche que conducía, oculta en la palanca de cambios, se incautó de una bolsa que contenía otros 4,97 gramos de 'coca'.

Lucio Carlos G.D, vecino de Traspinedo, alegó en su día en el juicio que desconocía el contenido del envío y aseguró que acudió a la oficina por encargo de Josúe C.O. "Me pidió que le hiciera ese favor, ya que él era colombiano y temía que en Correos le pusieran alguna pega a la hora de reclamar el paquete", insistió el ya condenado, quien añadió que no mantenía relación alguna con el verdadero destinatario del envío y que conocía a éste únicamente por que era quien periódicamente, cuatro veces al mes, le venía surtiendo de cocaína para su propio consumo, dada su grave adicción a dicha sustancia.

Con respecto a lo ocurrido el día de los hechos, Lucio Carlos G.D. recordó que el colombiano, Josué C.E, con quien había quedado para que le suministrara más droga, le pidió que le acercara en coche hasta la oficina de Correos de Canterac y que una vez allí le facilitó un número, correspondiente al código de un paquete, y solicitó su ayuda para recogerlo a cambio de perdonarle 300 euros que le debía por una compra anterior de 10 gramos de 'coca'.

Pese a ello, el condenado alegó que en momento alguno intuyó el motivo por el cual el colombiano prefirió utilizarle como recadista. "No me dio tiempo a pensar. Hasta que me pusieron las esposas en la misma oficina no me percaté de que pudiera tratarse de droga", reiteró Lucio Carlos, quien llegó a decir que en un principio pensó que el contenido pudiera ser oro.

Error aprovechado por el otro acusado

El colombiano Josué C.E. no llegó a compartir banquillo con el anterior debido a que estuvo en paradero desconocido y, por tanto, fue declarado en rebeldía por la Audiencia Provincial.

La razón de su fuga es que tras ser detenido e ingresado en prisión junto a Lucio Carlos G.D, ambos fueron puestos en libertad el día 11 de octubre de 2009 debido a que el Área de Sanidad de la Delegación del Gobierno, encargada de analizar el contenido de la funda de una raqueta de tenis que contenía el paquete, tan sólo halló en un primer momento unos restos de cocaína apenas imperceptibles.

Fue en un segundo análisis realizado una semana después, debido a que por error sólo se había analizado una espumilla de la raqueta y no unas planchas adheridas a la funda, cuando se comprobó la existencia de 652 gramos de cocaína, lo que llevó al Juzgado de Instrucción número 3 a dictar orden de detención de los dos sospechosos. Entonces tan sólo Lucio Carlos G.D. se personó voluntariamente en dependencias judiciales, mientras que el colombiano optó por desaparecer.