Familias en paro con niños llenan ahora los comedores sociales de Valencia

  • Casa Caridad multiplica por cinco las atenciones a niños de la ciudad.
  • Los menores acuden con sus madres a comer.
  • Temen que la avalancha siga al menos dos años.
El comedor de Casa Caridad está desbordado ante la avalancha de personas necesitadas.
El comedor de Casa Caridad está desbordado ante la avalancha de personas necesitadas.
20MINUTOS.ES
El comedor de Casa Caridad está desbordado ante la avalancha de personas necesitadas.

El perfil de las personas necesitadas de Valencia está cambiando. Si hasta hace pocos meses los sin techo copaban los comedores y albergues sociales, quienes más se acercan ahora a por una ración diaria de comida son familias enteras con niños, golpeadas por la crisis y ahogadas por los gastos hasta el punto de no tener ni para la alimentación básica.

Así lo han constatado en Casa Caridad, la institución benéfica centenaria de Valencia, que ha presentado este martes el balance de su actividad de 2009. Si el año anterior ya llegaron a números inéditos desde la posguerra, las cifras se han vuelto a desbordar. La entidad asistencial repartió el año pasado 340.356 raciones de comida, el doble que en 2008, y un 143% más en el turno del mediodía.

En la memoria se destaca que el número de atenciones a menores se ha multiplicado por cinco en el último año hasta alcanzar los 8.000 niños.

Aumentan los valencianos

Entre los que van a dormir al albergue, la mayoría son valencianos, y quienes más acuden a comer son inmigrantes.

Sin embargo, lo más preocupante es que este desalentador panorama no deja de empeorar. “Hemos registrado crecimientos superiores al 20% en los cinco primeros meses de 2010, lo que hace prever que no será un año bueno y que 2011 será muy complicado”, explica el presidente de Casa Caridad, Antonio Casanova. “Estamos preparados para hacer frente a las necesidades de las personas que vengan”, aunque confiesa que están “total y absolutamente desbordados” en su labor de acción social.

Además, el 72% son menores de 40 años, lo que indica que la mayoría están en edad de trabajar pero no pueden hacerlo.

En el plano positivo, la difícil situación económica también ha provocado que el volumen de donativos de los valencianos se haya duplicado, hasta alcanzar los 5.487, mientras los voluntarios han crecido un 52% y ya son 114 personas que ayudan sin pedir nada a cambio.

Herencias como origen de la ayuda

El funcionamiento de esta institución benéfica requiere 8.356 euros diarios. Con este dinero, ofrece servicios como comedor, el más importante, pero también centro de día, duchas, albergues y guardería. El 64% de los fondos provienen de particulares, el 24% de subvenciones y el 12% de herencias. El año pasado recibieron cinco, unos ingresos inesperados pero muy necesarios.

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