Sara Carbonero: la ninfa del césped

  • En 2009, con tan sólo 26 años, se convirtió en el fichaje estrella de una televisión y en la periodista deportiva más sexy de la pantalla.
  • Ahora atraviesa por uno de sus mejores momentos, aunque a veces se lo hagan pagar.
Sara Carbonero en el campo de juego; detrás, Iker Casillas.
Sara Carbonero en el campo de juego; detrás, Iker Casillas.
Efe
Sara Carbonero en el campo de juego; detrás, Iker Casillas.

En Johannesburgo hace frío. Sara Carbonero permanece seria mientras recoge las declaraciones de Vicente del Bosque. La selección acaba de obtener su primera victoria ante Honduras, todavía no ha ganado frente a Chile, pero ella empuña el micrófono con inusitada gravedad, la mirada oceánica fija en el seleccionador, los pómulos iluminados por los flashes intermitentes de sus compañeros. En la imagen que toma el reportero gráfico de AFP, Del Bosque aparece casi de espaldas; ella, de frente, centrada. Es la instantánea que ilustrará después un amplio artículo de opinión sobre el partido en uno de los diarios de mayor tirada nacional.

<p>Sara Carbonero</p>Antes de enviarla a la agencia, el fotógrafo habrá repasado el contraste, la escala de grises, el rostro de la periodista. Tal vez presienta entonces la rigidez en el gesto, los labios melosos arqueados hacia abajo, el atuendo intencionadamente discreto –vaqueros, anorak, chaleco de trabajo promocional-. La melena está atrapada por la bufanda a pesar de que ella siempre cuida de echársela hacia delante en los directos. ¿Habría leído ya la prensa? Ella asegura que apenas consulta ya Internet, donde es uno de los nombres más buscados. Que está aprendiendo a que todo le dé igual. Pero se ha enterado. Los diarios británicos la culparon de la primera derrota española.

Dijeron que, durante el partido, había paseado demasiado cerca del portero, Iker Casillas, que lo había "distraído". Ambos han sido retratados por las revistas del corazón y se comían a besos. La fotografía más bonita es aquella en la que el madridista inclina a su pareja hacia atrás como si estuvieran ensayando un paso de baile poco antes de cercarla con sus labios. La imagen está fuera de foco, es un robado en plena calle, con teleobjetivo. Los dos se están riendo.

Sobre lo publicado por los periódicos británicos, Carbonero no ha hecho ninguna declaración. Tampoco sobre lo de que su cadena se apresurara a colgar en Internet la entrevista que la presentadora realizó a su novio tras la derrota y que reportó a su página web miles de visitas.

Ella, como advirtió en un programa de crónica social antes de viajar a Sudáfrica, sólo pretende hacer bien su trabajo. Cada día se aprende de memoria las entradillas, las repite varias veces antes de entrar en directo. Si la espera es larga, se mira coqueta en la pantalla y se atusa el pelo.

Durante su intervención, acostumbra a relatar algún detalle curioso, tutea al espectador, se despide con "un besito". Tiene la voz grave bien modulada. "No falla", explicó hace unas semanas el jefe de Deportes de su cadena, J.J. Santos, quien no hace tanto la azuzaba para que consiguiera en el campo declaraciones de los entrenadores de los equipos. Aunque parecía que entonces la regañaba, la llamaba "cielo" y "guapa". ¿Y como no, si en ese momento Carbonero parecía una ninfa de tez tostada, aunque perdida y sin micrófono, sin conexión, junto a una encargada de prensa sin escrúpulos?

Una carrera fulgurante

Durante las entrevistas, le gusta subrayar que el físico "es importante en televisión", pero que sólo con él, "uno no logra mantenerse en los medios". Entonces recuerda su experiencia en Radio Marca, donde comenzó como becaria, los madrugones a las 4 de la mañana, su experiencia en un programa musical –la música es otra de sus pasiones, junto con el deporte- y los nervios que pasó durante su primer casting en televisión, en La Sexta. También lo que escribió uno de sus tutores en su examen: "Un día serás una gran periodista".

<p>Sara Carbonero</p>

El trabajo ha marcado su vida desde que entró en la Universidad, nunca ha sido de mucho salir, "sino de libros", como apuntaba un vecino de su pueblo, Corral de Almaguer, de Toledo. Hoy, con 26 años, convertida en subjefa de la sección de deportes de Telecinco, asegura vivir un buen momento tanto en lo personal y en lo profesional. Aunque a veces tenga que sufrir un poco.

La pareja de 2010

<p>Iker Casillas</p>

El pasado mes de marzo unas fotos confirmaban su relación con el guardameta del Real Madrid, Iker Casillas. Decían las publicaciones que el joven se había quedado prendado de la periodista de Telecinco mucho antes, pero que hasta entonces Sara no había dado el esperado "sí" al portero. Ahora, sus emocionantes achuchones dan esplendor a las páginas del cuore, para quien Iker y Sara son, sin duda, "la pareja del año".

Los dos han tratado de mantener su vida privada al margen de los medios sin mucho éxito. Cauta, Carbonero ha eludido incluso conceder entrevistas a aquellos medios que han ido recogiendo detalles sobre su vida sentimental.

El año pasado, varias revistas aventuraron que la presentadora deportiva más atractiva del mundo podría estar saliendo con el presentador televisivo Jorge Fernández, con quien fue retratada. Unos meses más tarde, la identidad del novio de Carbonero salía a la luz: se trataba del locutor de la Cope David Sánchez.

Ahora, con Iker, vive un amor romántico y pasional. A cambio, debe sufrir el acoso de los paparazzi y de los medios. Por ahora lo lleva con resignación.

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