Las ventas de viviendas nuevas en Estados Unidos registraron en el mes de mayo una cifra anualizada de 300.000 unidades, lo que supone un 32,7% menos en comparación con respecto al dato revisado de abril de 446.000 viviendas, según informó esta semana el Departamento de Comercio estadounidense.

La fuerte caída de las ventas de viviendas nuevas es peor de lo esperado por los analistas y supone el mayor descenso de su historia. Además, deja el dato en su nivel más bajo desde que en 1963 se comenzaran a realizar los registros. Esta caída se debe principalmente a la retirada a finales de abril de los beneficios fiscales para la compra de una vivienda.

Asimismo, la cifra de mayo está también un 18,3% por debajo de la del mismo mes de 2009, cuando se vendieron 367.000 viviendas nuevas. Por otro lado, la mediana de los precios de la vivienda nueva se situó en mayo en los 200.900 dólares (164.160 euros), mientras que el precio medio alcanzó los 263.400 dólares (215.300 euros).

Además, el Departamento de Comercio estadounidense explicó que el suministro de viviendas nuevas a la venta a finales de mayo era de 213.000 unidades, lo que supone una cifra suficiente para cubrir la demanda durante ocho meses y medio al ritmo actual de ventas.